Dejamos de ser ‘puebloquieto’. Desde hace algunas semanas, Querétaro no para de dar la nota en una cascada informativa que inició el pasado 5 de marzo en el estadio Corregidora.
Esta semana, la cancelación del concierto de Ricky Martin confirmó algo que los ciudadanos siempre hemos sabido y que empezó a desnudarse a raíz de lo ocurrido en el partido de Gallos Blancos: las empresas de seguridad privada en Querétaro operan lejos de la Ley.
El mensaje es contundente, a partir de ahora se revisarán a rajatabla los requisitos de protección civil para evitar más tragedias y el viernes las autoridades no se la iban a jugar, al dejar omisiones para la presentación de Ricky.
Imagínese, de los 325 elementos de seguridad privada a los que estaba comprometido el empresario, solo presentó 215 y lo peor, de este número, sólo 13 elementos acreditaron estar certificados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SCC), lo cual es un requisito que jamás era revisado, pero que a partir de ahora será un tema de mucho cuidado, tras los videos del estadio en donde el personal se ve ampliamente rebasado por la situación.
¿Pero cómo se trasciende la situación de dejar a la gente vestida y alborotada para ver actuar a Ricky?
Bueno, se dice que en la carrera al senado en el 2024 y a la gubernatura en 2027, todo lo que involucre a los alcaldes de Querétaro, Luis Nava y al de Corregidora, Roberto Sosa es obligadamente una medición de fuerzas.
De esta manera, el pasado viernes había una especie de ‘duelo musical’, pues mientras Querétaro tenía programado a Ricky Martin, en Corregidora se presentaría Edith Márquez.
La decisión de cancelar minutos antes, con la gente haciendo fila en la puerta del Hípico de Juriquilla, por justificada que esta sea, trajo un descontento total entre los que se veían ya bailando ‘La Vida Loca’ y que contrastó con la gente que salió contenta del concierto de la cantante mexicana en Corregidora, que se realizó sin ningún contratiempo. Todo suma.
Otro evento que evidenció la falta de capacidad de las autoridades fue el hallazgo de un tigre blanco en la comunidad de La Peña, del municipio de Huimilpan. Un animal en peligro de extinción que tuvo que ser abatido por el personal de seguridad pública municipal que no contaban con equipo que permitiera sedar al felino para poder capturarlo.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, no llegó al lugar de los hechos y en 50 minutos, no hubo quien pudiera realizar la captura de manera profesional.
El tigre blanco, se mostró agresivo, lo que se espera de su especie, hirió a un caballo y devoró a una cabra, cuando se abalanzó sobre el personal de seguridad publica activaron sus armas de cargo.
Los hechos fueron criticados por la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca y aunque es más fácil señalar el actuar de los elementos cuando no estás en riesgo de ser la cena de un tigre blanco, la situación debe de sentar un precedente para la capacitación y la adquisición del equipo necesario para este tipo de rescates, así como un llamado de atención a la delegación de la PROFEPA que jamás atiende los teléfonos y que en Querétaro brilla por su falta de acción.
Las autoridades confirmaron que se trata de un animal en cautiverio, pues tenía un chip injertado y las garras limadas, por lo que ahora la tarea será dar con el dueño para que se haga responsable, claro, si es que no estamos ante el tráfico de animales exóticos, que generalmente están vinculadas al crimen organizado y cuyo primer reporte de avistamiento fue en Apaseo el Grande, Guanajuato.
Finalmente, el tema también es otra ‘raya’ al tema de protección civil, cuyo coordinador Carlos Rodríguez Di Bella junto con el Secretario de Seguridad Ciudadana, Miguel Ángel Contreras Álvarez recibieron una tunda durante su comparecencia ante el congreso estatal.
Muchos fueron los cuestionamientos que quedaron en el aire, cuando intentaron explicar su responsabilidad en los hechos de violencia el día del partido de Gallos Blancos contra Atlas, pero el más importante de todos: dónde estaban físicamente durante un evento catalogado como de alto riesgo.
Como San Pedro, Contreras Álvarez se negó en tres ocasiones a contestar, pero trascendió en los pasillos de la legislatura, que ni siquiera se encontraba en territorio queretano. Supongo que cuando se es el encargado de la seguridad de un estado, nunca es buen momento para tomar un respiro; sin embargo, hay unos momentos peores para hacerlo y pregúntenle a un periodista.
En el caso de Carlos Rodríguez, fue franco al contestar que decidió ir a un torneo de pesca en el municipio de Cadereyta, pero que en todo momento contaba con un radio satelital para atender los pormenores del estadio.
Pero luego de quedar en evidencia, la pregunta es ¿hay miembros intocables en el gabinete?
Es curioso que el coordinador de protección civil se le vea frecuentemente en eventos sociales de empresarios y desarrolladores. Mientras que la actitud de ambos funcionarios en la Legislatura fue más bien de soberbia y enojo, distante de la instrucción del gobernador para dar la cara con humildad ante ‘los representantes del pueblo’ (entrecomillado).
Finalmente, ya salió un ‘Gallo’ que quiere comprar a los Gallos Blancos y no, no es la periodista deportiva Inés Sainz quién junto con su esposo, Héctor Rojano hace algunos años pujaron por el equipo y quien, por cierto, fue felicitada por el gobernador, Mauricio Kuri por enmendarle la plana a su coequipero de TV Azteca, Medrano quién la regó al divulgar información ‘extraoficial’ qué resultó ser falsa.
Se trata del empresario Francisco Orozco, dueño de la empresa de telecomunicaciones Nox, quien dijo, tiene buena relación con Jorge Hank, actual dueño del equipo y quiere dejar a la franquicia en Querétaro.
El gobernador ve con buenos ojos las intenciones del empresario y ¿cómo no? Pues recordemos que históricamente las administraciones gubernamentales se han abrazado de la popularidad de Gallos Blancos para subir sus créditos con el pueblo. Es decir, la franquicia es una pieza clave en la estrategia política de Querétaro, de ahí el interés de que no migre.
Hablando de estrategia, Mauricio Kuri tiene claro que su buena relación con el presidente, Andrés Manuel López Obrador es vital para los proyectos venideros de su administración y cultivó esta pieza al asistir a la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles, donde por lo menos debió degustar una tlayuda en el polémico evento.
Pero quien aprovechó para alzarse el cuello y de paso criticar el AIFA fue el ex gobernador y hoy diputado federal Ignacio Loyola Verá, quien a través de su cuenta de twitter presumió que como gobernador construyó el Aeropuerto Internacional de Querétaro (AIQ), en menos tiempo, con menos dinero y con más aerolíneas en operación de las que ayer presumió, López Obrador. Alabanza en boca propia es vituperio.