Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, en México han sido asesinados un total de 15 alcaldes en funciones, tan solo, en lo que va de este 2022, han sido ejecutados tres.
A diez días de entrar al poder, el 10 de diciembre del 2018, la alcaldesa de Juárez, Coahuila, Olga Gabriela Kobel Lara del PRI, fue asesinada, presumiblemente a manos de un contratista con el que mantenía una relación laboral y afectiva.
Para el 2019, tras rendir protesta el primero de enero el alcalde de Tlaxiaco, Oaxaca, Alejandro Aparicio Santiago de MORENA, fue baleado en compañía de su cabildo, tanto el alcalde como el síndico Perfecto Hernández fallecieron horas después del atentado.
El 23 de abril del mismo año, el cuerpo sin vida del edil de Nahuatzen, Michoacán, David Eduardo Otlica Avilés del PRD, fue localizado en las inmediaciones del lugar conocido como Cortijo Viejo, en el municipio de Coeneo, luego de ser sustraído de su domicilio por un grupo armado horas antes.
Un día después, el 24 de abril, Maricela Vallejo Orea, presidenta municipal de Mixtla de Altamirano de MORENA uno de los municipios más pobres de Veracruz y del país, fue ejecutada cuando viajaba acompañada de su esposo, Efrén Zopiyactle Tlaxcaltécatl, quien también fungía como tesorero del municipio y su chofer, Sabino García, quienes también fallecieron.
La alcaldesa había denunciado amenazas de muerte desde enero de 2018.
El viernes 16 de agosto fueron encontrados sin vida Carmela Parral Santos del PRD, presidenta municipal de San José Estancia Grande Oaxaca, del distrito de Jamiltepec, en la región de la Costa, y el coordinador de seguridad de esa comunidad. Las primeras versiones indican que los funcionarios iban a bordo de una camioneta, cuando fueron emboscados.
El martes 29 de octubre también del 2019, el alcalde de Valle de Chalco, Francisco Tenorio de Morena, sufrió un atentado a bordo de su vehículo, días más tarde el alcalde fue declarado con muerte cerebral en el Hospital de Especialidades de Ixtapaluca, en el Estado de México y desconectado por sus familiares, quienes decidieron donar sus órganos.
Por último, el lunes 23 de diciembre fue asesinado Arturo García Velásquez de Morena, presidente municipal de San Felipe Jalapa de Díaz, Oaxaca.
El edil fue ejecutado junto con el síndico, Javier Terrero, cuando ambos participaban en el festejo navideño organizado por Sistema de Desarrollo Integral de la Familia local.
El 11 de noviembre pero del 2020, la alcaldesa de Jamapa, Veracruz, Florisel Ríos del PRD, fue ejecutada por un comando armado. Su cuerpo fue localizado en el vecino municipio de Medellín de Bravo.
Y a finales de septiembre un comando armado ejecutó de un tiro en la cabeza al alcalde de Temósachic, Chihuahua, Carlos Ignacio Beltrán Bencomo del PRD, su cuerpo fue arrojado a un costado de la carretera que conduce a otro municipio serrano.
El 28 de septiembre fue reportada su desaparición luego de ser subido por la fuerza a un vehículo por varios hombres armados.
Para el 4 de febrero del 2021, Leobardo Ramos Lázaro, presidente municipal de Chahuites, Oaxaca, murió acribillado por sujetos a bordo de una motocicleta que lo interceptaron cuando viajaba en su automóvil.
Y el 13 de marzo, Alfredo Sevilla Cuevas, presidente municipal de Casimiro Castillo, Jalisco, fue encontrado sin vida al interior de un automóvil al fondo de un barranco, luego de tres días de desaparecido. Al practicar la necropsia, se determinó que el edil falleció por un impacto de bala de arma de fuego.
Y para el año que acaba de arrancar, han sido ejecutados tres presidentes municipales en funciones, el primero fue el 11 de enero, Benjamín López Palacios, alcalde del municipio indíge de Xoxocotla, Morelos.
Para el 7 de febrero del año en curso, fue ejecutado Enrique Velázquez Orozco, presidente municipal de Contepec, Michoacán.
El pasado 10 de marzo, fue ejecutado dentro de su camioneta, César Arturo Valencia Caballero del PVEM, presidente municipal de Aguililla, Michoacán, 24 horas más tarde, también fue el encontrado el cuerpo de su asesor René López.
