Recuerdan qué estaban haciendo ustedes hace más o menos 40 años? La transición las década de los 70’s y 80 ‘s,… nostalgia pura ¿no es así?, bueno pues desde aquel tiempo que México no veía llorar a un presidente.
Jolopo (José López Portillo), lloró durante su último informe de gobierno, el 1 de septiembre de 1982. ¿Se acuerdan por qué?
Cuando nacionalizó la banca, al momento que anunció la devaluación del peso, ahí exactamente, cuando se oficializó la malaria que sufrió este país en las décadas posteriores, hasta hoy. (no importa cuándo lo leas, es verdad).
López, que lleva tres semanas de desgaste, con la situación que ya todos conocemos de su hijo, va de un traspié a otro, hasta que, ¿De verdad se quebró? O será parte del manual de populistas del mundo?
Acompáñenme a ver esta triste historia.
Que si “se quebró, que si “se aguantó como los hombres”, que “nomás poquito”, #ConLosHijosNo, hasta la maroma desesperada de que “bueno si pero el PRI lloró más…” y si, en efecto, tienen razón, el PRI lloró más.
¿Pero por qué lloró López?
¿Por los niños que han muerto por falta de medicinas?, ¿Por las familias de las víctimas de los 100 mil homicidios (y contando) de todo el país? ¿Por los 55 periodistas asesinados en su gobierno? ¿Por los muertos de la pandemia? ¿Por los pobres, cada vez más pobres? ¿Por lo que les pasó a las familias en Caborca?
¿Llora porque un comando de aproximadamente 20 personas secuestró esta madrugada al hijo del periodista Marco Antonio Manríquez Duarte, luego de ingresar al domicilio donde se encontraba durmiendo? No, claro que no.
En los casos mencionados hay padres que lloran de a deveras. En fin.
Sin duda la #4T es hija consentida del llamado “Foro de Sao Paulo”, el club de “Tobi” del Marxismo en Latinoamérica (y próximamente España).
Y todos siguen una especie de manual para el manejo de crisis, de masas, etc., en pocas palabras: “un manual del pequeño dictador”.
Lo que pasó con López ¿De verdad el presidente está tocado? ¿Desesperado?
López todos los días en su Aló Presidente (mañaneras, o “Sabatinas”, como Correa, son parte del manual).
Así como parte del manual son las lágrimas, mostrarse frágiles, vulnerables, evocar “helicópteros del Cisen” (el cisen no tiene helicópteros) acorralando al luchador social ya a sus hijitos…
El paso siguiente cuando estás frágil, vulnerable, sensible, enfermo y herido, viene el golpe letal de “los conservadores”, para intentar acabar con la vida del amado gobernante, considerado por sus más fieles fanáticos y aplaudidores como quien “encarna a la Nación, a la patria y al pueblo”. Con esas ganas croman los sables.
Luego viene pelearse con Estados Unidos requisito indispensable del foro de Sao Paulo.
Apenas hoy dijo que “toda la campaña en contra nuestra, está financiada por el gobierno de Estados Unidos”. Palomita para el aprendiz.
Así es, “el manual del pequeño dictador” dice que, pelearte con Estados Unidos, si las lágrimas no son suficientes, como no lo fueron para Chávez, Evo, Lula, Maduro, siempre se puede fingir un auto atentado. Así como lo hicieron algunos de ellos.
¿Estaremos en la antesala de ver un espectáculo tan lamentable como ese en nuestro país? No lo creo, pero tampoco lo descartaría.
Y menos ahora que acaban de comprobar que la compañía para la cual trabaja el “bodoque”, si tiene tratos con el gobierno y que el propio López omitió para seguir defendiendo a su vástago, defender a su mentira “como un perro”, diría Jolopo.
La agenda del país, se le sale de las manos a López y eso no le gusta, que alguien imponga el tema de discusión, lo cual es cada vez más recurrente, pues solo sabe comunicar cuando el viento le favorece, sea verdad o sea mentira.
Esta vez, el viento de la casa gris, le pegó al Juárez de Macuspana y estaremos próximos a ver cada vez más peores versiones de él, dirigiendo su discurso, totalmente enfocado en sus fanáticos.
Desde su pontificado, López se seguirá burlando de la ley, seguirá violándola, seguirá abusando de su poder y claro, seguirá siendo la víctima.
Y vende la idea de que su rabia contra quienes lo contradicen es legítima defensa, claro con todo el poder que implica ser Presidente de la República.
“Los que se oponen al presidente de México no son más que un puñado de mercenarios que al ver sus privilegios mancillados luchan con todo su poder económico para que prevalezca el viejo régimen”, rezan sus sirvientes en el senado.
Otra palomita para el manual del pequeño dictador.
Ante la insensatez, nos queda la palabra, habrá que estar pendientes y no perder de vista la forma y el fondo del mensaje presidencial, ya sabemos cuáles son sus prioridades, ya sabemos por quién llora y también sabemos por quién no.
Sin embargo, Los presidentes, también lloran.
Esta #4T, parece escrita por Yolanda Vargas Dulché.
Tiempo al Tiempo.