Nuestro país, a pesar de ser la economía número 15 del mundo, tiene al 44 por ciento de su población con algún grado de pobreza, incluso con el régimen de “primero los pobres”, dicha situación ha ido aumentando. Algo anda mal.
Eso quiere decir que poco más de 55 millones de mexicanos, enfrentan esta situación todos los días y no se ve para cuando mejorar, herencia de los gobiernos priistas y panistas y hoy, patrimonio del actual gobierno y su partido.
Esto es de todos conocido, es un hecho irrefutable; sin embargo, en México existe una pobreza de otro tipo, de la que nadie habla y que padecemos todos los días todos los mexicanos y esa no es otra más que la pobreza de líderes.
Empezando por el habitante de palacio nacional, que gobierna con la víscera, que todos los días su propuesta es el encono y la confrontación, un presidente que ha demostrado su desconexión de la realidad política, económica y social que vive el país y el mundo.
Ha mostrado que no puede o no quiere solucionar la violencia que hoy vive el país como nunca en su historia, no hay un verdadero esfuerzo por ayudar a los familiares de desaparecidos en el país o por entender el movimiento feminista.
Se inventa villanos para legitimarse: Salinas, Calderón, Robles, Loret y últimamente está probando a Claudio X González como el nuevo villano de su película.
La corrupción de este gobierno por parte de sus familiares y allegados “ni la ve, ni la oye”.
Y de la pandemia, mejor ni hablamos, pues hasta hoy ha sido un desastre reconocido a nivel mundial y ya veremos las cifras de muertos que han querido ocultar.
Ese es, a grandes rasgos, quien está al frente de todos los mexicanos.
Sin embargo, ese no es el mayor de los problemas de nuestro país, pues pareciera increíble que, de 126 millones de personas que somos, no podamos hacer una lista de 10 o de 5 mujeres y hombres que puedan hacer contrapeso y encabezar una oposición por lo menos digna, o peor aún, de los propios “Morenos” de todos, tampoco se hace uno.
En 2018 se decidió que el modelo de país que estaba hasta entonces, había fracasado, más allá de que los electores se volcaron a elegir a un populista como López para dar un giro de timón.
Y en estas condiciones, volver a colocar en el electorado la propuesta de que “lo que teníamos antes estaba mejor” o incluso algo novedoso, será una labor que requerirá esfuerzos sobrehumanos, mucha fortuna, incluso sería prácticamente un milagro. No habrá restauración y eso se los anticipo de una vez.
Nos guste o no, habrá en este país un antes y un después de López, así se mantenga MORENA, o si de milagro llega alguien distinto.
Vamos por partes, ya que se está dividiendo el país en dos grandes bloques, hablemos de los “liderazgos” que existen de una cara de la moneda.
Morena presenta tres alternativas (spoiler: ya sabemos quien va a ser la candidata) Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.
De la “científica” (entre comillas), sabemos que es la corcholata favorita del presidente, ya con luz verde del líder supremo, anda de viaje, en tomas de protesta de gobernadores, jugando beisbol, futbol, incluso apenas se sacó su “selfie” con “Checo” Pérez, cuando hace apenas unos años, no solo la descalificaba, sino que buecó erradicar el GP de la ciudad de México. ¿Cómo cambia la gente no?.
Ese es el comportamiento de un falso líder, de un demagogo, de un populista que quiere mantener en el engaño a sus clientelas políticas, por complacer al poderoso en turno, la verdad que vergüenza. Aprende del mejor.
Así de la manita, el presidente López lleva a su candidata rumbo a las elecciones de 2024.
Marcelo Ebrard, pues que les digo, está buscando llenarle el ojo a su patrón aunque sabe que, al menos por la buena, no será candidato de Morena y ya buscará quien lo apoye en sus aspiraciones presidenciales, quizá lo haga Dante Delgado, experto en recoger lo que ya nadie quiere…
Sobre Marcelo y Claudia caen los muertos y heridos de la tragedia de la línea 12 y quieren que la población se olvide de ese asunto.
Monreal, ese está muerto ya en la página uno y en su despecho, podría regresar con los tricolores. Quién sabe.
Esa es la pobreza de líderes que tiene Morena.
Pero lo grave, es la pobreza extrema que hay en la oposición, pues hoy no veo quien pueda ser el bueno, el destapado o el tapado.
¿Alejandro Moreno, Margarita Zavala, Osorio Chong, Ricardo Anaya, Mauricio Vila, Cabeza de Vaca, Murat, Romero Hicks, Francisco Domínguez, Del Mazo, Colosio, Javier Corral?
Ya en un audio filtrado, Marko Cortés, anticipó la debacle que viene:
«No hay más, está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca (…) la única que tenemos realmente posibilidades, y muy buenas, y contundentes de ganar, es Aguascalientes. Y ahí tenemos la responsabilidad de hacerlo bien”. Prefieren anticipar la derrota que abrir los ojos.
Desde los años 30, la clase política actual, corrupta, ignorante, mezquina, envidiosa, ha impedido que los lideres naturales, emanados de la ciudadanía, ocupen espacios de poder, hoy no existen liderazgos políticos y civiles alternativos en un lado o en el otro.
La pobreza de líderes (en el concepto correcto de la palabra, no populistas y demagogos como el del palacio) es muy peligrosa y lo podemos pagar muy caro.
Con la ausencia de liderazgo político, es la sociedad, nosotros como ciudadanos debemos intervenir para llenar ese abismo para inyectar energía y, sobre todo la visión necesaria para poner a nuestro país en una nueva y mejor dirección.
De otra forma pagaremos las consecuencias de nuestra pasividad.
Si no hacemos algo, somos también pobres ciudadanos, doblemente pobres.
Tiempo al tiempo.