En la vida hay personas que se caen p’arriba y es el caso de casi todos los diputados plurinominales que integrarán la próxima legislatura estatal.
Y es que la 60 legislatura estará conformada por 5 fuerzas políticas: PAN con 13 diputados, Morena con 5 diputados, PRI con 3 diputados, Querétaro Independiente con 3 diputados y el Partido Verde Ecologista con un representante en solitario.
Sin contar a Acción Nacional y a pesar contar con un par de triunfos en los municipios, estos partidos políticos pueden catalogar los resultados como un fracaso.
En el PRI, deberá venir un análisis profundo y una autocrítica; sin embargo, la cúpula realizará este ejercicio desde la comodidad de la curul: Y es que el Revolucionario Institucional obtuvo 106 mil 301 de los 887 mil votos que se realizaron el 6 de junio, una cosecha muy pobre contra los 259 mil 271 votos que obtuvo en la elección para gobernador inmediata anterior (en el 2015, cuando iban en coalición con el Verde, Nueva Alianza y el PT)
Es decir, para esta elección el PRI disminuyó a casi un tercio de su última votación. Desde luego el priísmo deberá voltear a ver las “áreas de oportunidad” por decirlo de manera amable y deberá a toda costa caer en la autojustificación y los espejismos que podrían aparecer observando las cosas desde un escaño.
Y es que finalmente, la dirigencia estatal, encargada de organizar para los tricolores todo este proceso electoral es quien debe llevar parte de la responsabilidad del fracaso en las urnas y digo PARTE de la responsabilidad porque el daño al PRI estaba hecho mucho tiempo antes de que iniciaran estas campañas, la fractura que puede remontarse precisamente hasta el 2015. Pero a final de cuentas, Paul Ospital como dirigente estatal y Graciela Juárez como Secretaria General del partido quedaron como la cúpula en el reparto de responsabilidades.
Curiosamente, ambos personajes, también quedaron como parte de los pocos priístas con un hueso, perdón, quise decir, un puesto al quedar en las posiciones 1 y 2 de las plurinominales y que conformarán la bancada junto con Juan Guevara Moreno.
Un error muy grande sería para ellos, pensar arriba de su curul en el salón de la 60 legislatura, mientras debajo de ellos yacen las ruinas de un priísmo al cual le urge, pero le urge, una seria autocrítica para subsistir en el futuro.
Otro caso curioso de gente que se cae para arriba es el de Juan José Jiménez Yáñez en Morena. El otrora senador y ahora diputado local plurinominal electo, parecía moverse con rapidez durante los últimos años en Morena para buscar ser una de las cartas fuertes de ese partido en esta contienda electoral.
Desde el senado, a donde llegó como suplente de Gilberto Herrera, supo aprovechar el foro y estar ahí, siempre en la terna –pero qué equivocada estaba esa terna- de candidatos al gobierno estatal, pero poco a poco sus aspiraciones al igual que los de todos los morenistas se fueron diluyendo, mientras más se veía la mano de Mario Delgado en la toma de decisiones internas.
A Jiménez Yáñez no lo quisieron como candidato a gobernador y replegó su capital político para buscar la candidatura a la presidencia municipal. La cúpula de Morena también lo marginó de competir en ese escaño y cuando parecía que inicialmente quedaría relegado de toda competición, un error en la integración de hartas candidaturas –uno de los muchos errores de Morena en este proceso electoral- le mandaron encabezar la lista plurinominal de diputados locales como premio de consolación.
A ciencia cierta no sé si Morena era más optimista con los resultados electorales en la entidad de lo que realmente dictaban las posibilidades, sin embargo, luego de tanto arrebato, conflictos, dimes y diretes, únicamente Ofelia del Castillo Guillén logró un aislado triunfo electoral en Arroyo Seco y de las principales candidaturas que se arrebataban con colmillo pelado al interior del partido, ninguno quedó con escaño excepto JJJ. Sin desgaste electoral, sin campaña y así por desdén del destino y de Mario Delgado, Juan José ocupará el puesto más importante de oposición en Querétaro para los siguientes 3 años.
Mención honorífica merece Yasmín Albellan Hernández, diputada plurinominal de Morena que entró para cumplir la ley de representación indígena en el Congreso y que con ello su participación será histórica, aunque no es la primera diputada queretana en tener un origen indígena.
De memoria, me viene a le mente el profe Maleno en la LV Legislatura. Aunque él participó en la elección y ganó el XIII distrito de manera normal y no por mandato de ley, presumía con orgullo su origen indígena de Tolimán. Recuerdo mucho al entonces diputado priísta, pronunciar varios discursos en ñañhu desde la antigua tribuna del Congreso ubicada en 5 de mayo, hoy sede del Tribunal Superior de Justica. El primer paso pues, en la representación de este sector debe de ser una de las cosas a celebrar en el recuento de los daños de estas elecciones.
Finalmente, la legislatura tiene por segunda ocasión mayoría de mujeres, aunque también tiene mayoría panista con la doctrina que esto representa. ¿Se pondrán sobre la mesa del recinto legislativo de Centro Sur los temas relacionados con la agenda feminista; pesará más el partido o el género? Son preguntas que responderemos al tiempo de 3 años.