En una elección, aunque la candidata perdedora de Morena al gobierno estatal, Celia Maya García, no lo quiera aceptar o su brillante equipo de consultores traídos desde la CDMX le recomiende que eso sea lo que haga público, en toda elección hay ganadores y perdedores.
El resultado final de cualquier elección es multifactorial y el caso de Querétaro en este 2021 no es la excepción. El PAN Se llevó casi todo 15 diputaciones locales, 5 diputaciones federales y 10 alcaldías que, para los tiempos actuales podría equivaler al carro completo: Desde luego contaron las buenas candidaturas enviadas por el PAN, una buena campaña y el rechazo del queretano común a la cuatroté y al inquilino de Palacio.
Hay políticos que dicen, y creo que tienen razón, que, en una elección a gobernador, la candidata o candidato son como un portaaviones en el que se ‘montan’ los demás candidatos y, entre más grande sea el barco, más capacidad de arrastre tiene. Así pasó en Querétaro.
Con todo respeto, Mauricio Kuri era un Giuseppe Garibaldi -ubicado por los expertos como uno de los portaaviones más grandes del mundo-; en tanto que Celia Maya no logró ser ni siquiera un buque mercante. El voto de castigo de los morenistas ‘de cepa’ y de los fieles a Gilberto Herrera que, nunca se sumó de manera real a las campañas morenistas y optaron por la política de los brazos caídos, son apenas algunas de las explicaciones del resultado del pasado domingo.
Pero hay más Morena perdió en Querétaro el único municipio que gobiernan y para el que ni siquiera fueron capaces de registrar candidato, además de que y registraron derrotas en los 2 distritos federales electorales que hoy tienen.
En 2018 los morenistas que ganaron en Querétaro pensaron que lo habían hecho por ellos, por su estructura y por la fuerza que tenían sus candidatos ganadores. En ese diagnóstico, montado en la soberbia, llevaron la penitencia.
No entendieron que en Querétaro Morena ganó lo que ganó hace 3 años por el inquilino de Palacio y por el arrastre de su figura, no por ellos. La elección de este domingo se los debió demostrar. En Querétaro, Morena sin AMLO no es lo mismo.
Y aunque sí representan una fuerza importante, ello no quiere decir que hayan crecido; lo que sucede es que, salvo el PAN, los demás cayeron a un pozo.
Los priistas están por los suelos o más abajo y para muestra unos números. En la elección del domingo, los ‘dirigidos’ por Paul Ospital que ya está amarrado como diputado local plurinominal, obtuvo 222 mil 936 votos menos que hace seis años.
En 2018 Roberto Loyola Vera logró captar 321 mil 32 sufragios. El pasado domingo, la candidata ‘Valiente’ no llegó ni a cien mil voto -98 mil 96 según el PREP. Eso explica mucho.
¿Y qué decir del resto de los partidos? Salvo el acomodaticio PVEM de Ricardo Astudillo que se metió como diputado plurinominal, ganó 2 municipios, conservó su registro, los demás perderán inevitablemente el registro.
Esas son apenas algunas explicaciones del resultado del pasado domingo. ¡Digo!
El último párrafo. Ayer en su mañanera, el inquilino de Palacio se destapó por completo al intentar explicar las derrotas de su partido: “Triunfar a toda costa. Salir adelante (es) muy egoísta” fue la frase que dibujó completito a quien jamás ha emprendido y a quien hace 30 años que no se le conoce un empleo formal. ¡Les Digo!
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