Un corredor experimentado de maratón, sabe que se trata de una competencia de resistencia y no de velocidad, así que una de las nociones fundamentales es planear una estrategia de cierre que es la parte fundamental de la competencia.
Aquellos que han corrido los 42K, saben que aquellos que toman un ritmo demasiado rápido durante los primeros kilómetros habrán consumido demasiado glucógeno y para cuando se encuentren entre el kilómetro 30 y el 35, las consecuencias serán catastróficas para lograr el objetivo pues el cuerpo sufrirá una descompensación que se le conoce como popularmente como “el muro” y es la causa de que un gran número de participantes abandonen la carrera pues se siente similar a que si chocaran con una pared de ladrillo sólido.
Si los dos meses de campaña fueran una maratón, esta semana nos encontraríamos precisamente con el muro y muchos candidatos verán inevitablemente perdidas sus aspiraciones de triunfo, es decir, el que no levantó para este momento, no tendrá forma de levantar en las dos últimas semanas y quien tenga un último as bajo la manga, será el tiempo justo para soltarlo.
Para evitar el muro, los atletas más experimentados saben que desde el principio deben de mantener un ritmo de carrera y no dejarse llevar por la euforia inicial y mantener una postura constante y entrenar al cuerpo para consumir grasas para lo cual muchos corredores realizan entrenamiento en ayunas para forzar el consumo de las grasas y no de la glucosa, algo similar a lo que hace la dieta keto.
El próximo jueves 20 de mayo se realizará el segundo debate oficial –y último a Dios gracias- entre las candidatas y candidatos a la gubernatura y seguramente este será “el muro” o la última oportunidad para alcanzar a los punteros o para lograr el registro de sus respectivos partidos si es el caso, mientras que para otros se afianzará o se recortará la distancia que guardan con sus más cercanos rivales. Es difícil que haya tiempo para más.
En el primer segmento del debate, se abordarán los temas de desarrollo económico, empleo y emprendedurismo, con preguntas planteadas por la ciudadanía, incluidas las inquietudes de la población indígena del estado; el segundo bloque se abordará el tema de grupos en condición de vulnerabilidad, democracia y participación, así como el combate a la desigualdad y el tercer y último bloque tendrá los tópicos de transparencia y combate a la corrupción.
El desempeño de cada candidato puede depender mucho del formato y la moderación del debate, así que la estrategia necesitará pensarse y replantearse en cada cuarto de guerra.
El abrazo.
Lo que hace tres años parecía imposible, se dio el pasado sábado durante el encuentro de candidatos del PAN, con un grupo de cristianos: el abrazo y la foto entre Adolfo Ríos y Luis Nava.
Ambos protagonizaron una de las contiendas electorales más disputadas en la historia de Querétaro y la única hasta la fecha que se ha resuelto en los tribunales. Y es que durante el conteo de votos de las elecciones del 2018, Adolfo Ríos quien entonces abanderaba la candidatura de Morena, PES y PT obtuvo el 34.31 por ciento de los sufragios contra el 35.30 por ciento que obtuvo Luis Nava, es decir, una diferencia de menos del 1 por ciento.
El exfutbolista acusó al PAN de fraude y el margen fue suficiente para impugnar legalmente la elección. Tras revisar irregularidades en 50 casillas, el margen se redujo aún más y tuvo que ser hasta el 6 de septiembre cuando los tribunales le dieran el triunfo a Luis Nava quien hoy busca su reelección y no solo parece tener una amplia ventaja sobre su más cercano competidor, sino ahora, el respaldo obligado de su ex contrincante.
“No tengo enemigos”, fueron las palabras de Adolfo Ríos cuando se le preguntó directamente por Luis Nava, aunque evitó a toda costa decir que apoya su candidatura, pues dijo, a quien realmente está apoyando es a Mauricio Kuri como persona y sin que tengan que ver los partidos políticos.
Sin embargo, al tratarse de un evento de candidatos del PAN, el saludo entre ambos personajes no pudo evitarse, ni tampoco la fotografía, donde visiblemente se nota la ‘sana distancia’ que prefirieron mantener a pesar de demostrar civilidad y caballerosidad en tan incómodo momento.