En mi camino como periodista, tuve la oportunidad de escuchar muy de cerca en conferencias y conversaciones al gran Ryszard Kapuściński y decía que el trabajo de nosotros, los periodistas, no consiste en pisar las cucarachas, sino prender la luz, para que la gente vea cómo corren a esconderse, así lo cita en su libro Los cínicos no sirven para este oficio (Anagrama, Barcelona, 2006).
No podría estar más de acuerdo con esta afirmación, sobre todo en este tiempo de apagones en todo el país.
Desde hace algunos días, se viene dando la polémica con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ya de facto existe, al tener como titular a uno de los personajes más inefables en la historia política de México como Manuel Bartlett.
Se dieron apagones masivos que afectaron a 29 estados del territorio nacional, éstos se dan en la coyuntura del COVID, del frío y de la reciente propuesta del presidente López para su propia reforma energética en la que privilegia a la CFE y pone el pie sobre la iniciativa privada, poniendo en riesgo , oootra vez la inversión extranjera.
La propuesta de López, ha provocado un sinfín de criticas tanto de los partidos de oposición como de los empresarios nacionales y extranjeros, quienes señalan un presunto intento de “monopolio” para la compañía estatal.
Incluso los gobiernos de EU y Canadá se encuentran preocupados por la iniciativa y el clima de inversión en México. Ese es el primer punto.
Primero el frío, en la parte norte del país, que hizo su parte al congelar ductos en el estado de Texas, quienes se vieron obligados a cortar el suministro de gas hacia México, gas natural que compramos para tener luz eléctrica, corte que durará, por lo menos hasta el 22 de febrero.
Para tener claro, nuestro país importa alrededor del 70 por ciento de combustible con el que la CFE genera toda su energía, pues durante años se priorizó la extracción de hidrocarburos.
Estas acciones provocaron que en los primeros días de esta semana, 6 millones de personas se quedaran sin energía eléctrica.
Los apagones eléctricos afectaron a cerca de mil 110 empresas de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y Sonora, lo que impactó a cerca de 1.2 millones de trabajadores
Recordemos que López ya había prometido que una falla así no volvería a suceder después de que en diciembre de 2020, más de 10 millones de usuarios se quedaron sin luz en todo el país.
En ese momento, la CFE culpó sin pruebas a las energías renovables por ser “intermitentes” y por el incendio de un pastizal en Tamaulipas, una versión que el Gobierno de ese estado rechazó.
Hoy no fueron los pastizales, ni los ovnis, ni Brozo, ni los neoliberales, ni los adversarios ni Salinas ni nadie.
Si de por sí en la administración Peñista, había una política endeble hacia el gas, en esta administración de plano no hay nada.
Estamos siendo presas de las limitaciones intelectuales de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle y del titular de la CFE, Manuel Bartlett, quienes cancelaron diversos proyectos de infraestructura viables para el almacenamiento de gas natural y está dificultando a los privados que inviertan en almacenamiento, o sea lo de siempre, tirándose un balazo al pie.
Para que tengamos una idea, países como Estados Unidos, para sortear situaciones como esta, cuentan con reservas de gas natural para 65 días, otro ejemplo es España que tienen 100 días de reserva.
Nosotros no soportamos ni un día pues en dos años no han sido capaces de desarrollar una estrategia en materia de reservas de gas natural y que por ello, ante cualquier contingencia, el país entra en crisis.
Nuestro endeble sistema eléctrico, ha sido presa de la corrupción, la ineptitud, la falta de horizonte y las propuestas ideológicas por encima de las técnicas, en dos años de 4T, llevamos tres apagones masivos.
Hoy por hoy la energía eléctrica no está garantizada en México
Estamos ante un régimen estatista, centralizado, como en el pasado, en donde el estado es el interventor de toda actividad económica prioritaria en el país, como en los buenos tiempos de Echeverría y López Portillo..
Vamos a decir, a jugar el juego que le gusta a López, que los apagones son culpa de los neoliberales, conservadores, Salinas, ovnis, Brozo, Calderón y todos los enemigos de la 4T.
Lo que suceda a partir de hoy, si es responsabilidad del gobierno.
Mientras tanto, seguiremos prendiendo la luz (mientras haya), para que veamos como se alborotan las cucarachas.
Ya para terminar, dicen por ahí que en Guerrero este es el nuevo lema de la #4T: “Es un honor estar con un violador”.
Hay cucarachas que si dan ganas de pisar.
Tiempo al tiempo.