Prácticamente desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la Covid-19 como una pandemia, la Universidad de Washington, a través de su Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) arrancó con un ejercicio de medición y tendencias del comportamiento de la enfermedad.
Prácticamente casa 15 días el IHME actualiza sus cifras y advierte sobre cómo podría evolucionar la enfermedad en el mundo, en diversos países e, incluso, como en el caso de México, del comportamiento de la enfermedad en los estados.
En su última actualización, previo al cierre del mes de noviembre, específicamente el día 2 de noviembre, la Universidad de Washington advertía que, en el peor de los escenarios, en Querétaro se podrían registrar, para el mes de diciembre, hasta mil 451 muertes por el virus SARS CoV-2.
¿Y qué creen? Superamos las expectativas pues, de acuerdo con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud, al 30 de noviembre Querétaro registró 22 mil 526 contagios de COVID-19 y se habían acumulado mil 622 defunciones.
Esto quiere decir que Querétaro registró a inicios de este mes 96 fallecimientos más de los estimados por la Universidad de Washington en su peor escenario. 96 tragedias que pudieron haberse evitado, 96 vidas productivas; 96 hermanos, hermanas, padres, madres, hijos, amigos, vecinos, novios, esposas. 96 seres humanos que pudieron haber estado hoy aquí con nosotros y no están.
La conclusión es clara: ¡En el mundo, en México, en Querétaro, no entendemos un carajo!
El mismo organismo de la Universidad de Washington, ya ha hecho su más reciente actualización de las proyecciones sobre el comportamiento de enfermedad, según las medidas asumidas por autoridades y ciudadanos y, en ella, incluye ya el factor de la aplicación de vacunas; sin embargo, la perspectiva no es alentadora, pues la aplicación de la inmunización tendría resultados tangibles sólo después de que más del 70 por ciento de la población recibiera la dosis; lo que difícilmente sucederá en los primeros meses del 2021.
Así las cosas, en tanto llegan las vacunas, éstas son distribuidas y nos llega el momento de ser parte de la población susceptible de inmunización; hay que seguir tomando medidas preventivas: Lavado correcto y constante de manos con agua y jabón, sana distancia, uso de cubrebocas y mantenerse en casa. No hay de otra.
Querétaro y sus habitantes somos un claro ejemplo de cómo, los esfuerzos de algunos sectores sociales y de las autoridades, son inútiles si no hay una generalización en las medidas preventivas.
Quizás valdría la pena mantener la valoración de que la mejor alternativa sea el cierre total de actividades; aunque ello representaría la quiebra de cientos de negocios. No lo sé y agradezco que no esté en mí tomar la decisión.
La alternativa es ver crecer la mortandad, pues según el peor escenario de la Universidad de Washington, para el primero de enero del 2021, Querétaro alcanzaría las 2 mil 355 muertes y, para el primero de abril del próximo año, ese número se incrementaría hasta las 2 mil 610 defunciones, pero ya vimos que, para superar esas expectativas, los queretanos nos pintamos solos. Digo.
El último párrafo. La reelección es un factor que rifará en el proceso electoral en curso y que concluirá con la jornada electiva del próximo 06 de junio de 2021. La ley electoral actual permite que presidentes municipales, síndicos, regidores y diputados locales se reelijan en sus cargos por una ocasión. Así, apunte desde ya a los ediles de Querétaro, Corregidora, El Marqués, Tequisquiapan y San Joaquín, en la lista de aquellos ediles que buscarán repetir en el cargo que hoy ocupan otros tres años y para ello deberán separarse del cargo a más tardar el 7 de marzo del próximo año. Había otros 2 que tenían esa intención, el de Colon y el de Cadereyta, pero ya no la buscarán, uno por estar tras las rejas y otro porque enfrenta un proceso judicial que le meterá ruido al proceso.