Acabamos de ver en esta semana la participación del presidente López en la asamblea general de la ONU y de verdad esto ya es preocupante.
Pero vamos por partes, sin ser experto en imagen pública, de entrada, vemos al defensor de la austeridad, hablando desde su palacio, desde su trono, con el águila dorada y todos los demás elementos, las mesas, la puerta, los acabados de madera, un busto dorado, dicen todo, menos austeridad.
El encuadre, vemos un presidente chiquito, dentro de toda esa parafernalia “austera”, tan es así que la mesa ocupa una tercera parte de la imagen de todo el discurso, incluso una silla que nunca dejó de rechinar, también comunica.
Una cosa es la austeridad y otra la investidura, la imagen de un presidente al mundo, esa investidura que dice cuidar, cuando a principios de año no recibió la caravana de Sicilia, pero si arremete contra Carstens y Narro, al llamar “maiceado” a uno y “matraquero” al otro.
Aparece con la camisa desaliñada, la corbata chueca, ante un foro internacional, esa es la imagen que da, aun sin abrir la boca.
Pero a estas alturas ya sabemos que su apariencia es parte de su estrategia de comunicación, para que se hable de ello, incluso cuando ha salido con la bragueta abajo. ¿De verdad creen que son descuidos? Se ha hablado más de esos temas que de otros como, por ejemplo: ¿Decisiones importantes para el país? ¿Terrenos de playa cedidos a su círculo cercano? ¿Algún avance real con la corrupción? ¿La pandemia?
En fin.
Para cuando abre la boca, eso es lo que preocupa, pues vimos a un mandatario haciendo lo que cree mejor que hace bien, la improvisación, casi 20 minutos de un mensaje que no tuvo ni pies ni cabeza. Y sabemos que, quienes improvisan, son flojos, holgazanes.
Habló al mundo como si le hablara a sus fanáticos, a sus “mascotitas” como él les llama de cariño y como si fuera una mañanera más, habló de Benito Juárez y… bueno así lo dijo:
«Fue tan importante su proceder y su fama que Benito Mussolini lleva ese nombre porque su papá quiso que se llamara como Benito Juárez».
Hacer la mención, de un aliado de Hitler, en la sede de un organismo mundial, durante su aniversario, que se creó para que personajes nefastos como Musolinni no vieran la luz (aunque sin mucho éxito), es un insulto a ese organismo y a la memoria de miles de personas que murieron a causa de ese dictador.
Esas y otras barbaridades fueron lo que aportó López al mundo, una “mañanerita” para contar su anécdota de uno de los fraudes hecho por el gobierno y a la vista de todos, más grandes de todos los tiempos.
“Había un avión presidencial, existe todavía, pero está en venta. Ya lo rifamos y todavía vamos a venderlo. Este avión es como un palacio de los cielos, algo insultante para nuestro pueblo, avión de lujo para 240 pasajeros, adaptado para 80, con sala de juntas, recámara, algo ofensivo”.
¿Pueden ustedes imaginar a un estadista de otro país, escuchando esto?, seguro habrá provocado risas, pero ya comentarlo en corto… es una vergüenza.
La “mañanerita internacional”, también tuvo lugar el manejo “mundialmente reconocido” de la pandemia, el gran éxito que ha sido el manejo del gobierno la crisis sanitaria, donde se ha actuado con responsabilidad (el propio López no usa cubrebocas).
“Hemos actuado con responsabilidad, nos han ayudado muchos los expertos, los científicos, los médicos, las enfermeras los trabajadores de la salud, que se han entregado con humanismo a salvar vidas, y va disminuyendo el efecto nocivo de la pandemia.”
En el mundo habrán dicho ¿por qué no dice que México ocupa el primer lugar mundial en personal de salud fallecido? Mil 320 para ser exactos, murieron por falta de protección y extenuantes jornadas laborales.
Donde se han de haber ca…ído de risa, en el mensaje de López al mundo, es el tema económico “porque no aplicamos la misma estrategia de siempre” y a parte decir que apoya “a los de debajo de manera directa, es de abajo hacia arriba, estamos destinando recursos que son fruto del ahorro por no permitir la corrupción y fruto también de la austeridad republicana.”
Como hemos dicho en varias ocasiones, de verdad, de verdad quisiéramos vivir en el México que vive el presidente.
Aquí lo mejor del asunto es que nadie exhibió las mentiras ni los cantinfleos ni las prioridades de este gobierno, en 18 minutos de discurso, el mandatario se exhibió solo, que no sale del mundo que se ha creado para sí, que no sabe nada de política exterior.
Salió a confirmar, ante los ojos del mundo, que somos un país de segunda con un gobierno de cuarta, pues fue precisamente el espacio que la ONU nos abrió, en los países que se llaman de segundo orden, sin tomar en cuenta el tamaño de nuestra economía, cultura, etc.
¿Creen que todo eso que les contamos, es un error? No. Estamos frente a verdaderos estrategas mediáticos. Si los seguimos creyendo, vamos a caer en su juego y tendremos morena hasta el 2050.
Mientras tanto López seguirá vendiendo a quien se la compre la AMLOTOPIA de la #4T, un lugar cómico mágico y musical.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero