Son ya 24 años de libre flotación del tipo de cambio del peso frente al dólar. Prácticamente un cuarto de siglo en el que México ha aprendido que las palabras tienen una enorme influencia en esta variable de la economía mexicana.
La filtración de Jaime Serra Puche ante empresarios del “Pacto” de estabilidad derivó en todo lo contrario: la crisis conocida como el “Efecto Tequila”.
El anuncio del aumento de la banda de flotación, que entonces operaba, y la posterior libre flotación hizo que el dólar subiera de $3.46 pesos el 19 de diciembre de 1994 a $4.88 el 22 de diciembre; 41% más en tres días.
El 9 de noviembre de 2017, tras las votación que dio el triunfo a Donald Trump y su retórica proteccionista, el dólar tuvo su mayor subida nominal en un solo día, en cuestión de una noche el peso subió $1.4161 pesos, al pasar de $18.50 a $19.92.
Previo a la toma de posesión de Trump, el 11 de enero de 2017 llegó a lo que hasta ahora es su máximo histórico. El billete verde se ubicó en $21.90 pesos.
Andrés Manuel López Obrador ha hecho que el dólar baje y suba por igual. El 2 de julio, tras la elección presidencial el dólar cotizaba en $20.14 pesos; diez días después ya había bajado a $18.82.
Días antes días de la consulta por el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, el dólar se ubicaba en $18.80 pesos. Al terminar su primera semana en el gobierno, el 7 de diciembre, el dólar Fix, empleado en las series históricas del Banco de México, se ubicó el 20.26.
Al 21 de diciembre el dólar Fix, nuevamente bajó de la psicológica de los veinte pesos y se ubicó en $19.92 lo más bajo del incipiente sexenio. Una montaña rusa de la transición a la toma de posesión.