X’ail Guadarrama Blanco, es una mujer de la era moderna. Con solo 29 años ha logrado impartir cátedra para alumnos de distintas instituciones y ha participado en talleres que para su percepción la han hecho evolucionar en el ámbito laboral.
La historia de X’ail comienza en el 2003, cuando su padre, la llevó a un curso de mesa de etiqueta e imagen, Ahí conoció a la Nena de la Reguera, quien fuera su referente para querer inmiscuirse en este entorno.
«La imagen se presentó en mi vida de dos maneras: a los 14 años mi papá me invitó a un curso de mesa de etiqueta e imagen y la señora que lo impartió fue como un referente para que yo quisiera entrar en este mundo, yo la vi y pensé que yo quería ser como ella. Años más tarde mi hermana me invitó a una conferencia del que es el rector de la escuela en la que me gradué (en el Colegio de Consultores en Imagen Pública) y me di cuenta que era realmente lo que quería estudiar».
Guadarrama siempre tuvo una fuerte devoción por este medio. Desde muy pequeña decidía qué ropa se ponía y cuál era la combinación perfecta para cada ocasión; aunque la vertiente de la moda no fue lo que más la atrajo, si fue una de las bases para iniciar la Licenciatura en Imagología y de ahí brincar a la comunicación.
“La moda es esencial y me gusta, visto en tendencia, pero al final creo que me he enfocado más en la comunicación porque te da muchas más herramientas que estar en tendencia. La imagen tiene muchos variantes, muchos matices, en algún momento hice imagen política, di un taller en la UAQ y por esto me gustó la comunicación. Estudié lectura de rostros, grafología, como hablar en público”, dijo.
Más allá de eso, X’ail es una mujer visionaria, con mentalidad estratégica y de gran elocuencia; una mujer que no descansa hasta conseguir sus sueños. En esta entrevista, nos permite conocer un poco más de ella, su pasión y su opinión sobre su profesión.
«Un asesor de imagen es como un coach porque te guía con lo que mejor te va y con el objetivo que buscas para que proyectes tu mejor versión al mundo externo por medio de los textiles colores, cortes, es una guía que te ‘coachea’ para lograr el objetivo”.
“Creo que los asesores de imagen somos indispensables en cada lugar. Un empresario o un político no deben olvidar que están a la opinión pública y que al final si influye de una u otra manera el cómo los ve la gente; ellos y todos mandamos un mensaje conforme a nuestra vestimenta, si somos más accesibles, si somos personas más empoderadas o más sociables o serviciales”, expresó.
En la actualidad colabora en un centro de coaching para mujeres, da asesorías, capacitaciones y talleres de lectura de rostro por su cuenta, además de impartir clases de imagen y maquillaje en el Instituto de Diseño de Imagen (IDIP).
“Lo que más disfruto de mi trabajo es interactuar con las personas, conocer a personas diferentes y dejar una huella en ellos. Soy apasionada, soy compartida; la parte de dar clases es compartir a otra persona que hace lo mismo que yo, tuve mentores que me marcaron en mi vida y quiero hacer lo mismo con mis alumnos”, señaló.
Aunque a su parecer la asesoría de imagen en Querétaro es un nicho pequeño que crece poco a poco, X’ail espera que en el estado se pueda abrir esa brecha y se valore el trabajo de sus colegas. “Aquí hay muy buenos profesionistas de este campo. Desafortunadamente la gente aún no valora el contenido; todas las personas tenemos una imagen, queramos o no queramos y espero que pronto en Querétaro seamos más los que podamos crear estrategias que aporten un valor agregado a cualquier rubro”, puntualizó.