Solo fueron 20 minutos. Pero fue el tiempo suficiente en la cárcel para que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fuera fotografiado para su ficha como recluso y que el empresario la usara como herramienta de campaña.
Aterrizó en avión privado. Se trasladó a la prisión del condado de Fulton, Atlanta, seguido de una caravana de camionetas negras e ingresó a la prisión para enfrentar las acusaciones de haber intentado manipular las elecciones del estado de Georgia durante las elecciones presidenciales del año 2020.
Trump, de 77 años, enfrenta formalmente 13 cargos relacionados con su presunto papel en los intentos de alterar el resultado electoral en el estado de Georgia hace más de dos años.
Tras el proceso de fichaje, Trump fue liberado bajo una fianza de 200 mil dólares.
Minutos después de su liberación, Donald Trump recurrió a la red social «X», antes Tuiter para expresarse y compartir la inédita gráfica.
Las reacciones ante este acontecimiento han sido variadas y apasionadas. Mientras algunos ven la detención como un paso crucial hacia la rendición de cuentas de los líderes políticos; otros, principalmente los seguidores de Trump, la interpretan como un acto de persecución política.
