En las elecciones intermedias de 2021, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) obtuvo 3.6 por ciento de la votación total; estuvo a nada de perder su registro como partido político nacional.
Movimiento Ciudadano (MC), por su parte, logró 7.3 por ciento de los sufragios, poco más del doble que los candidatos del partido del sol azteca.
Con esta fuerza electoral, ambas formaciones políticas tienen claro a qué juegan: uno, salvar el registro. Otro, constituirse en una especie de “fiel de la balanza” en la disputa electoral del año próximo entre los dos bloques con mayor probabilidad de triunfar: Juntos haremos historia (Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México) y Frente Amplio por México (FAM) que integra el Partido Acción Nacional (PAN), al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al mencionado PRD.
Pequeños de presión
Con su escasa fuerza comicial saben que es factible modificar su relación con los bloques referidos a fin de obtener mejores condiciones (candidaturas y puestos de elección popular).
La contienda presidencial de 2024 podría definirse por un margen muy corto; tres, cuatro o cinco puntos porcentuales, cantidad que cualquiera de las dos formaciones puede aportar. Saben de su “fuerza” en un escenario de este tipo.
Quizá por eso, integrantes de la dirigencia nacional de MC y sus gobernadores de Jalisco y Nuevo León, se reunieron por casi tres horas con la finalidad de reducir el riesgo de que el partido se divida y que un bloque (encabezado por el mandatario de Jalisco) se sume al FAM.
Acordaron abrir un “espacio de reflexión permanente” con la finalidad de determinar qué harán para las elecciones del año próximo, aunque poco duró el gusto pues el gobernador de Jalisco anunció su separación de MC.
En el caso del PRD, que determinó “pausar” su participación en los trabajos del FAM aunque no salirse del mismo, vive una contienda interna que me parece, va enfocada a lo mismo; esto es, a negociar mejores condiciones en su participación dentro del referido frente.
Su dirigente nacional, Jesús Zambrano declaró que “El PRD se mantiene firme en el Frente Amplio Por México” y dejó de lado las solicitadas aclaraciones suficientes para seguir caminando en este propósito de construir una nueva mayoría. Por eso, advirtió: “¡No seremos los esquiroles que le hagan el juego a Morena!”.
Aclaraciones pertinentes
La postura perredista deriva, como hemos visto, del hecho de que sus dos aspirantes presidenciales fueron descartados por no cumplir el requisito de reunir 150 mil firmas de apoyo en al menos 17 entidades del país.
Y aun cuando los perredistas merecen una explicación amplia, clara y convincente, también es cierto que para el perredismo es más fácil dejar solo a Mancera que salirse del Frente. Es su sobrevivenvia.