La ´Fatiga optimista es un fenómeno que se ha comenzado a dar, tras más de un año del combate a la pandemia por COVID-19 y en el que las personas, bajan la guardia tras el paso de los días al no verse afectados por el mal.
De acuerdo con las autoridades de salud en el estado, ese fenómeno es una sensación que justifica el relajamiento de las medidas preventivas y es el segundo factor de riesgo de contagio.
“El segundo fenómeno que tiene más impacto en el incremento de casos (de COVID-19) es la «FATIGA OPTIMISTA», esta sensación detrás de la cual nos escudamos para relajar las medidas que nos llevaron hasta los niveles de satisfacción que buscábamos.
“Es absurdo echarle ganas para alcanzar un resultado, sólo para perderlo y tener que volver a empezar, entendiendo que cada vez cuesta más trabajo retomar”, señala la autoridad sanitaria.
El resumen de los indicadores refiere que no hemos podido doblegar el fenómeno de la pandemia.
“No logramos doblegar el fenómeno. Si bien los activos han bajado, la hospitalización y muertes permanecen estacionarias en niveles que nos dejan poco margen”, indican.
Refieren que los activos registraron, nuevamente, una reducción de 61 transmisores y con ello solamente nos falta restar 80 activos para abandonar el nivel de 1,000 transmisores y – 129 para llegar nuevamente a la meta.
Además, refiere que la plataforma Sisver se mantiene igual y la Red Irag vuelve a reportar un descenso de dos puntos porcentuales pasando de 30 a 28 por ciento.
Recordemos que Sisver refleja la capacidad exclusivamente de COVID y la RED IRAG de COVID-19 y otras afecciones respiratorias. Al final ambas son referencia y nos hablan de la presión que tiene nuestra capacidad hospitalaria.
En tanto que las buenas noticias no se reflejan en el campo de las defunciones pues la entidad sigue en rangos muy elevados.