El programa “Familia Rural Inteligente”, proyecto de Miguel Ángel Hernández Torres y Manuel Pablo Rafael Pérez Cascajares, docente de la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ), obtuvo el primer lugar de la categoría Agua en la sexta edición de los Premios Latinoamérica Verde, celebrada en Guayaquil, Ecuador.
En este concurso participaron más de 2 mil 300 proyectos realizados en 603 ciudades de 35 países americanos y fueron seleccionados los 500 mejores en 10 categorías.
De ellos, únicamente 30 pasaron a la final, la cual tuvo un jurado internacional compuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), National Geographic, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Banco Interamericano de Desarrollo.
“Familia Rural Inteligente” es un esquema que resuelve problemáticas relativas a la energía, la escasez de agua y el saneamiento del vital líquido en comunidades rurales; está alineado a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y es el único programa en México certificado por la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) como un referente nacional e internacional.
Con la construcción de siete ecotecnologías logra tener excedentes de agua, evita la defecación al aire libre, elimina aguas negras y grises, contribuye a reducir la tala inmoderada de bosques, establece un ambiente limpio y aprovecha las energías libres.
Se desarrolla en el estado de Querétaro, teniendo como principal sede la comunidad de Chitejé de Garabato en Amealco, con mil 200 familias.
“Esta es una solución que se puede llevar a distintas comunidades rurales, y para que más mexicanos tengamos la oportunidad de participar en estos trabajos socioambientales y generar bienestar a las localidades más pobres de nuestro país”, relató Miguel Ángel Hernández.
Las familias que participan han logrado la autosuficiencia, pues se trata de un proyecto que genera procesos de desarrollo, lo que deriva en la sostenibilidad a partir del manejo eficiente del agua, del suelo, de energías renovables y la no contaminación dentro de un sistema de orden y limpieza.
“Reducen mucho sus gastos de agua, luz, energía eléctrica, alimentos, médicos y medicinas, que es donde vemos que está el impacto más fuerte. Y por otro lado, en algunos casos sus productos los empiezan a vender y a tener ingresos”, compartió Manuel Pérez Cascajares.
El docente expuso que este modelo se empezó a construir desde el año 2005, contando con la participación de – entre otras organizaciones – la UTEQ, mediante la intervención de estudiantes y personal docente.
Miguel Ángel Hernández y Manuel Pérez Cascajares recientemente celebraron un convenio de colaboración con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y la UTEQ, para acompañar la ejecución del proyecto mediante la investigación académica en la que participarán docentes y alumnos.