Silvano Aureoles Conejo, salió por la puerta trasera y sin hacer ruido del gobierno de Michoacán, con grandes pendientes como el tema de inseguridad, adeudos millonarios con el gremio magisterial y organismos autónomos y escándalos por amenazas a diversos actores y con acusaciones por el despilfarro en el recurso público.
Las últimas semanas de su mandato, Aureoles dedicó su trabajo a viajar a la capital del país y a Estados Unidos para echar abajo la elección del 6 de junio, mientras la región de tierra caliente en el Estado, como el municipio de Aguililla, suplicaba por ayuda ante el sometimiento de la delincuencia organizada que tenía a toda una región, incomunicada por las vías trozadas, sin energía eléctrica, ni servicios básicos para la supervivencia.
Mientras que los últimos días de su mandato, el ahora exgobernador de Michoacán, se ausentó de eventos de relevancia como la entrega al Congreso del Estado de su sexto y último informe de labores.
Un día después, desairó a la Secretaría de Marina Armada de México, al no acudir a una sesión solemne para reconocer el bicentenario de su fundación.
En medio de la ola de manifestaciones y quejas en la entidad, por la falta de pagos, como a maestros, así como a órganos autónomos como el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM), Instituto Electoral de Michoacán (IEM) y partidos políticos.
Múltiples escándalos públicos desde el inicio de su administración por besar a una jovencita en la inauguración de una Expoferia, el traslado de Belinda en un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Aureoles fue acusado por integrantes de su propio gabinete de despilfarrar el recurso público, con gastos por encima de los mil 440 millones de pesos para la renta de helicópteros para su traslado y de su familia.
Así lo declaró en su momento, Gulianna Bugarini, quien formó parte del equipo de trabajo, del exgobernador michoacano y a quien acusó de suscribir contratos de arrendamiento de tres helicópteros ejecutivos con un costo de 820 mil dólares mensuales más IVA, que significa una erogación superior a los 17 millones de pesos por mes.
“Ha emprendido un mal uso de las aeronaves que igual destina para asuntos oficiales que para atender caprichos familiares o electorales” destacó Bugarini en su momento.
En el año 2016, envió un helicóptero a la cantante Belinda, para que está lo acompañará en la visita que hizo el Papa a Michoacán.
Mientras que en abril, nuevamente protagonizó un escándalo al agredir físicamente a un maestro de la región de tierra caliente que se manifestaba pacíficamente para demandar el incremento de seguridad en la zona, ante las amenazas de la delincuencia organizada.
Sin embargo, mientras el profesor, se encontraba con las manos ocupadas sosteniendo una cartulina reclamando mayor seguridad, Aureoles arropado por más de una veintena de militares, policías y guardaespaldas, agredió físicamente al catedrático, ante la mirada de todos los presentes.
También en el mes de abril del presente año, el ahora exgobernador michoacano, se convirtió en noticia nacional, luego de que el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, evidenciará que Aureoles amenazó de muerte a una diputada federal para que votará en contra del desafuero del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.
Este primero de octubre, Aureoles concluyó su mandato en medio de la violencia que aqueja Michoacán por las disputas que enfrentan los carteles de las drogas, adeudos por millones de pesos, acusaciones de excesos en el gasto público y su gira internacional para anular la elección, pero escondido de los medios de comunicación.
Aureoles Conejo, también se ausentó del magno evento para el cambio de gobierno y entregar el poder al partido obradorista a cargo de Alfredo Ramírez Bedolla y a quién ha acusado de estar estrechamente vinculado con la delincuencia organizada.