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«Nunca más sola»: la muerte de Luz Raquel Padilla sacude a colectivas de mujeres con discapacidad

Bajo la consigna «Nunca más sola», colectivas de mujeres con discapacidad convocadas por la asociación Yo Cuido México instalaron este jueves un tendedero que reúne diversos testimonios e imágenes en protesta por los distintos crímenes que se cometieron contra Luz Raquel Padilla Gutiérrez y que llevaron a su asesinato.

La madre de 35 años, cuidadora primaria de su hijo, fue rociada con un líquido solvente y, después, pendida en fuego en lo que es calificado por organizaciones civiles como un crimen de odio motivado por la discapacidad del niño de 11 años, quien tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA), y en sus crisis hacía ruidos que molestaban a los vecinos.

La propia Luz Raquel denunció en su momento, tanto en redes sociales como ante las autoridades de Zapopan, Jalisco, las agresiones que vivía de manera cotidiana y que incluyeron un baño de cloro y pintas agresivas y amenazantes en su casa.

Por ello, las colectivas de cuidadoras y de mujeres con discapacidad se apostaron este jueves frente a la representación del estado de Jalisco en Ciudad de México, e instalaron los testimonios de algunas de sus integrantes, que muestran que la agresión es un mal que enfrentan cada día de una sociedad que no comprende a quienes permanecen 24 horas de cada día de semana al cuidado de una persona con discapacidad.

«Lo que queremos principalmente es llamar la atención de la sociedad para que no se repita el caso de Luz»: Margarita Garfias, fundadora de Yo Cuido México, al pronunciar un mensaje durante la protesta.

«Sabemos que ha habido controversias y muchísima información, pero lo que queremos puntualizar es que hoy Luz está asesinada, que necesitamos encontrar a los culpables y tener medidas que garanticen que estos actos violentos ya no se repitan.

«Y que también se sensibilice a toda la sociedad sobre la importancia del cuidado, sobre la importancia de quienes desde nuestras casas, desgraciadamente de manera invisible, asumimos estas labores de cuidado».

Algunos de los testimonios expuestos en el tendedero «Nunca más sola» los compartimos aquí:

En lugar de empatía, hay reclamos

“El feminicidio de Luz me tocó profundamente, mi hijo vive crisis derivadas de una encefalitis y vasculitis por covid. Gracias a los prejuicios y estigmas he encarnado estas violencias al igual que muchas cuidadoras primarias.

Hace unos meses y hace una semana mis vecinos se han quejado, han llamado a la patrulla, reclaman por el grupo de vecinos, por el chat, justo cuando mi hijo ha tenido crisis en lugar de empatía hay reclamos, hasta tuve que hacer un comunicado y explicar la situación…. Hablar de lo íntimo, explicar cuando uno no tiene porque hacerlo, pero nos falta empatía como sociedad”.

“Y quemarlo todo ante un Estado feminicida”.

Yereli Rolander #JusticiaParaLuz

Basta de ignorancia y miedo

“La muerte de Luz me impactó mucho porque yo soy una persona con discapacidad psicosocial que sintió las agresiones de mis vecinos cuando inicié con mis crisis. Esas crisis eran casi siempre de noche y no dejaba dormir a nadie. Ya basta de defenderse tras la ignorancia y el miedo, por favor”.

Elizabetha Consuegra Ríos.

Apoyar y ayudar, no criticar y violentar

“Cuando eres cuidadora de una persona con una discapacidad que no es visible a simple vista, eres tachada de ignorante, mala madre, consentidora que maltrata a su hijo porque los vecinos o las personas a tu alrededor escuchan gritos de tu hijo; te ven en la calle con pataletas o jaloneos y siempre hay quien te grita o te cuestiona sin conocer la condición de tu hijo, hasta llegar a mencionar el descuido de tu hijo por verlo con cabello largo o chanclas, sin saber que su hipersensibilidad no le permite hacer estos procesos tan ‘simples de autocuidado’.

Nunca critiques, nunca susurres o te atrevas a violentar a una cuidadora sin conocer todo el proceso y el día a día que hay detrás. 

¡Sí te metes es para apoyar y ayudar no para criticar y menos violentar!”

Valeria García, orgullosa mujer, madre y cuidadora.

Violencia patriarcal y deshumanizante

“La violencia es estructural, es estatal, es patriarcal, es capitalista. La violencia está en la industrialización de la inhumanidad. Como cuidadoras, las mujeres nos quedamos solas, aisladas, cargando el peso del resquebrajamiento social sobre nuestros cuerpos.

Esa carga nos rompe, nos truena, nos enojamos con nosotras mismas, con las personas que cuidamos y con las mujeres que no pueden ayudarnos con la carga porque están atendiendo la suya propia.

La sociedad exime de esa carga a los gobiernos, quienes nos extorsionan para darles lo poco que tenemos, a cambio de un trabajo negligente y la vaga promesa de que no nos perseguirán por existir y sobrevivir.

La sociedad también exime de esa carga a los hombres, a cambio de la carga de entregar sus cuerpos y almas para complacer al capital, para ganarse la vida digna que el gobierno les ha convencido que no merecen si no rinden pleitesía al dinero.

Estamos cansadas, es un cansancio mortal, un cansancio del que no podemos recuperarnos porque nuestras vidas están en constante acecho por las mismas fuerzas que el gobierno alimenta y encarna.

Los gobiernos, el patriarcado y el capital nos declararon la guerra hace mucho tiempo y nosotras cargamos con la responsabilidad de mantener una simulación de vida mientras la amenaza inminente de las máquinas, las armas y el fuego se acerca a nosotras.
Entre más perdemos, menos tenemos que perder”.

L.B.

¿Esto es real?

“Esto es MUY GRAVE. Quienes tenemos hijos con TEA a veces lidiamos con crisis donde el niño puede llorar muy fuerte o golpear cosas. Luz Raquel expuso en su debido tiempo que un vecino la amenazó. UN VECINO. Por el ruido

Hay tanta incomprensión y desconocimiento sobre el autismo; esta mujer necesitaba protección y la dejaron sola.

Da mucho miedo pensar que tus propios vecinos te lleguen a amenazar porque no toleran el ruido que hace tu hijo, por su condición.

Cuando tienes tanto que atender, estás agotada, tratas de ser positiva y productiva y luego, ¡pum! Amenazas. Ataques. ¿En serio? ¿Esto es real?”.

Juliana Guevara

Entre ignorancia y falta de empatía

«Soy hermana y cuidadora de una joven con síndrome de Down, llevo años escuchando expresiones como: ‘está enfermita’, ‘es mongolita’ y ‘pobrecita’.

Nos hemos topado con muchas personas, incluido personal del sector salud que no sabe lo que es la Trisomía 21 y ponen en duda su discapacidad porque ‘no le falta nada’.

También soy mujer con fibromialgia, una discapacidad invisible. Que se dude de mi dolor y crean que estoy inventando es el pan de cada día; me han dicho que lo hago por llamar la atención, que estoy loca y que debo ir al psicólogo».

Itzel Hermida
Educación Especial Hoy
Yo Cuido México

Atención a los «pequeños» detalles

«Soy mamá de un joven de 18 años con multidiscapacidad.

En todo este tiempo hemos vivido desde las miradas, la burla, la intolerancia en lugares públicos por su comportamiento.

Si bien puede parecer que no es tan grave como lo qué pasó Luz, esos “pequeños” sucesos llevan a grandes tragedias. Educación, difusión y apoyo a las personas con discapacidad y a sus familiares. Sobre todo, empatía hacia los cuidadores.

Berenice Mendoza
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