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¿Qué hacer preservar una lengua? universitarios elaboran un manual de rescate lingüístico

La estudiante Cynthia Araceli Montaño Ramírez de la Maestría en Estudios Amerindios y Educación Bilingüe (MEAEB) de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, coordinó la elaboración de un manual para documentar las lenguas indígenas en peligro de desaparición.

En colaboración con Luis Alberto Sánchez González, también estudiante de la MEAEB, diseñaron el manual “¿Qué hacer para registrar y preservar una lengua? –Aproximaciones a la documentación lingüística”- compuesto por once capítulos, que tiene como objetivo proporcionar las herramientas suficientes y rigurosas para que cualquier persona realice documentación lingüística. Está dirigido, tanto a un público especializado como a personas de las mismas comunidades indígenas, que quieran documentar su propia lengua.

Los alumnos dieron a conocer que en México existen 364 variantes lingüísticas conformadas en 68 agrupaciones y 11 familias lingüísticas, y se considera que sólo 6.6 por ciento de la población mexicana habla alguna lengua indígena. Detallaron que esta diversidad lingüística se ve amenazada debido a diversos factores como las políticas lingüísticas nacionales a mediados del Siglo XX y la discriminación que sufre este sector hablante, así como presiones económicas, políticas y sociales hacia las comunidades.

En ese contexto, invitaron a investigadores y especialistas en varias lenguas para colaborar en dicho manual para posteriormente presentarlo en comunidades indígenas y hacer talleres de documentación lingüística. Los estudiantes señalaron que su visión es que se haga una recuperación por los propios hablantes de sus idiomas porque se encuentran en peligro de extinción, debido a que se pierden y se debilitan paulatinamente.

Al respecto, Montaño Ramírez manifestó que una idea fundamental para preservar estas lenguas, más allá del legado histórico, es mantener la diversidad social y cultural. Igualmente, señaló que: “una lengua también es una forma de ver el mundo y que este trabajo es un esfuerzo para que esas perspectivas no se pierdan.”

Dicho trabajo, que forma parte del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER), contó con la colaboración de especialistas de instituciones como: la Universidad de Kentucky, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de México (COLMEX), la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), entre otras.

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