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Los daños a la salud mental que provoca la pandemia de Covid-19

El Centro de Investigación Interdisciplinar para el Desarrollo Universitario (Ciidu) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ofreció la conferencia Aspectos Emocionales y Cognitivos del Confinamiento por Covid-19 y el Regreso a la Presencialidad.

La conferencia fue impartida por Bernarda Téllez Alanís, investigadora del Centro de Investigación Transdiciplinar en Psicología (CITPsi) de la UAEM.

La investigadora, quien también forma parte del Comité Universitario para la Atención de la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19) de la UAEM, efectuó un análisis a fondo sobre la salud mental y la cognición, la salud mental en comunidades, en adolescentes y menores, así como las acciones para el regreso a la presencialidad, entre otros aspectos.

En su análisis, a un año y medio de la pandemia por Covid-19, expuso que los efectos se presentan en las alteraciones psicológicas y de salud mental, que se dejaron de atender por darle prioridad al tema del virus SARS-Cov-2, afectaciones económicas graves y lo más importante es lo relativo al tiempo, porque si bien se pensaba que los daños serían para uno o dos años, se ha visto que las consecuencias se extenderán incluso por décadas.

Ello significa que los efectos de la salud mental serán a largo plazo y más agresivos, lo que tendrá como consecuencia la necesidad de trabajar directamente en cada uno de ellos, además de atender la recomendación de la Organización Mundial para la Salud, en el sentido que los gobiernos aumenten de manera urgente, la inversión en servicios de salud mental y la puesta en marcha de acciones para evitar un aumento sustancial de las enfermedades psicológicas, dijo Bernarda Téllez.

En cuanto al tema del regreso a la presencialidad en los planteles escolares, dijo que, derivado del cierre de los colegios, actualmente se tienen problemas como la crisis de aprendizaje y abandono escolar, amenazas para la salud, aumento de violencia y maltrato en la familia, especialmente para las mujeres.

Ante este panorama, Bernarda Téllez finalmente expuso que la decisión de abrir o no las escuelas debe ser analizada de manera particular, tomando en cuenta los contextos en los que se encuentra cada comunidad y el entorno de los menores, además de que el regreso a clases debe ser voluntario y escalonado.

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