La estatua de Neptuno no fue vandalizada, ni derribada, sino que cayó por el deterioro de sus soportes y tornillos, aseguró la delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Rosa Estela Reyes García.
Luego de que a principios del mes de octubre, la escultura amaneció rota en el suelo de la fuente, las autoridades iniciaron una investigación ante un posible acto de vandalismo, sin embargo, luego de que fue restaurada por parte del municipio de Querétaro y vuelta a colocar, la delegada del INAH confirmó que su caída se debió a causas técnicas como el deterioro de su soporte, de tal modo que no hubo intervención de nadie que la derribara.
“Maravilloso, ahí está Neptuno otra vez como si fuera joven. Neptuno se cayó por un asunto técnico, nadie lo empujó, se cayó porque los tornillos se oxidaron y el aire, se cayó, pero se restaura, se levanta y se quita toda esta parte oxidada y se vuelve a anclar”, expresó.
Cabe destacar que la restauración del monumento rondó los 200 mil pesos y que la escultura original de Neptuno, realizada por el arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras en 1797, se encuentra en el patio central de la Delegación Centro Histórico tras haber sido sustituida en el año de 1988, debido a que su material de cantera requería de más cuidados. En su lugar se colocó una de bronce elaborada por el escultor Abraham González.