El Centro Universitario (CU) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) recibió el Sello de Biodiversidad, otorgado por la Secretaría del Medio Ambiente del municipio de Querétaro y la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui (UPSRJ). Esto destaca que, aunado a ser un espacio académico, CU se consolida también como un ecosistema vivo y en funcionamiento. Esta distinción se suma al obtenido por el Jardín Euglossini, para polinizadores, de campus Juriquilla.
Durante este evento, la rectora Dra. Silvia Amaya Llano, reconoció el impulso de la Coordinación de Gestión para la Sustentabilidad de la UAQ —encabeza por el Lic. Jorge Leonardo Álvarez Alvarado—, en colaboración con la autoridad capitalina y la UPSRJ. Subrayó que esta labor clarifica la relevancia de las áreas verdes de la Alma Mater queretana y de su cuidado, una responsabilidad compartida de este patrimonio.
En este mismo sentido, manifestó que se mantiene un firme compromiso con sensibilizar a su comunidad y visitantes sobre la trascendencia de cada ser vivo que habita en las instalaciones de esta Institución. Destacó que este logro es fruto del esfuerzo y trabajo colectivo, no obstante, mencionó que se trata de una acción que debe replicarse en otros lugares, incluso, en los hogares, de manera que se garantice un mejor entorno a las próximas generaciones.
La secretaria del Medio Ambiente, Mtra. María Guadalupe Espinosa de los Reyes, acompañada por el rector de la UPSRJ, Dr. Christian Reyes Méndez, expresó su reconocimiento a la UAQ por su convicción en esta materia, ya que los Fragmentos de Biodiversidad Urbana (FBU) son una de las estrategias más relevantes de conservación. Hasta ahora, ya son 48 FBU certificados en el municipio que, en conjunto, acumulan más de mil hectáreas.
El inventario forestal de la Máxima Casa de Estudios de la entidad cuenta con más de 2 mil 200 árboles, posicionándolo como uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad. Existen especies nativas como huizache, mezquite y el tepozán, que dan refugio a aves, insectos y pequeños mamíferos. Además, junto con la UPSRJ está reconocida internacionalmente por sus prácticas en este tópico.
En general, los FBU contribuyen a capturar miles de toneladas de carbono para mitigar los efectos del cambio climático; regulan la temperatura urbana; igualmente, favorecen la presencia de animales y plantas nativas que fortalecen cadenas y procesos ecológicos que, en muchas partes, se han perdido. Esta vegetación ayuda a remover contaminantes atmosféricos, mejora la filtración del agua y reduce la erosión del suelo.

