Considerada una enfermedad crónica y sistémica, es decir, que afecta múltiples órganos y tejidos del cuerpo, el Lupus puede ser controlada mediante tratamientos específicos, aunque no se conocen sus causas, se sabe que la predisposición genética y algunos factores ambientales promueven el desarrollo de la misma.
La doctora Lizbet Tinajero Nieto, reumatóloga adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que el lupus se diagnostica gracias a los primeros síntomas, como pueden ser dolor e inflamación de las articulaciones, lesiones en la piel, orina con espuma y retención de líquidos, fiebre y fatiga, entre otras muchas.
“El 60% de los pacientes con Lupus pueden desarrollar problemas en el riñón; también empiezan a perder cabello, presentan cansancio y pérdida de peso, por lo que se tienen que pedir estudios de laboratorio completos y anticuerpos específicos para corroborar el diagnóstico de esta enfermedad”, mencionó la especialista.
La principal causa por la cual afecta con mayor frecuencia a la población femenina es por los estrógenos, los cuales predisponen a la mujer a tener un mayor riesgo de padecer enfermedades reumáticas, como es el Lupus Eritematoso Sistémico, enfermedad que se sabe es mediada por el desarrollo de auto anticuerpos.
“Se conjuntan factores ambientales, virus, bacterias, exposición al sol, que hacen que se exprese esta enfermedad en algún momento de la vida y es mucho más común encontrarla en mujeres en edad reproductiva, con una relación 9:1, mujeres:hombres”, indicó la doctora Tinajero Nieto.
El servicio de Reumatología atiende semanalmente 15 pacientes con diagnóstico de lupus, sin embargo esta enfermedad solo llega a afectar al 0.1 por ciento de la población en general, es por ello que “el IMSS cuenta con los recursos necesarios, tales como medicamentos inmunosupresoras y terapias biológicas, para brindar el tratamiento adecuado para cada uno de los pacientes”, señaló la especialista.
Es importante señalar que la expectativa de vida ha aumentado en los últimos años para los pacientes con lupus, gracias al avance médico en los tratamientos y a la disciplina con la que viven, como llevar un estilo de vida saludable mediante el ejercicio y una alimentación adecuada, apego estricto al tratamiento , así como la mínima exposición al sol, ya que es un factor determinante en la exacerbación de la enfermedad.