México posee el 10% de la diversidad de vegetal que hay en el mundo, y alrededor de 300 especies vinculadas con la alimentación.
Se requiere producir más y mejor, tanto en productividad como en competitividad.
Enriqueta Molina experta en temas agropecuarios y de propiedad intelectual de la firma legal Santamarina + Steta señaló la urgencia de innovación para la suficiencia alimentaria. «Los retos son enormes en la agricultura y producción de alimentos en el mundo. Se calcula que el 12% de la superficie del planeta se dedica a producción de alimentos. Existe una expectativa en el crecimiento de la población de más de 9 mil millones de personas lo que representa un tercio más de alimentos hacia el 2050.»
La especialista explicó que los hábitos de consumo han cambiado. «Se busca no sólo comer bien sino más saludable, nutritivo y que ayude a mantener nuestra salud. Por otro lado, surgen nuevos mercados, nuevos requerimientos normativos, productos que tengan un menor impacto ambiental, una diversificación de productos en bioenergía, bioplásticos, así como para resistir plagas y enfermedades, que siempre han estado presentes», puntualizó.
Por otro lado, Enriqueta Molina afirmó que existen grandes oportunidades para la humanidad. Se estima que el planeta hay 10 mil especies que se pueden dedicar a la alimentación. De esas, solamente 200 son las que se cultivan y solo 9 ocupan dos tercios de la demanda de alimentos. De ellas, solamente 4 llenan las expectativas de la mitad de las calorías que se consumen en el mundo (arroz, trigo, maíz y papa).
La experta añadió que «México posee el 10% de la diversidad de vegetal que hay en el mundo con 200 a 300 especies que están en proceso de domesticación. Con 100 cultivos que tienen un interés agrícola y más de 50 especies de las que México es centro de origen y diversidad. Todo un regalo de nuestro país para el mundo como maíz, frijol, amaranto, calabaza, papaya, cacao, algodón, nochebuena, dalia, y numerosos frutales, cactáceas, etc.».
«Todo ello requiere de innovación en variedades vegetales y mejores prácticas de producción, incluso recuperando nuestros conocimientos tradicionales, para producir en forma más amigable con el ambiente, con sistemas agrícolas más sustentables», afirmó.
Explicó que por ello, se requiere producir más y mejor tanto en productividad como en competitividad, con la protección de toda esta innovación a través de la propiedad intelectual. Es prioritario ya sea con una serie de figuras jurídicas existentes o las que están en proceso de desarrollo, como el derecho de obtentor, las marcas colectivas, denominaciones de origen, indicaciones geográficas, derechos de autor, patentes, y el secreto industrial, entre otras.