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¿Desde tu punto de vista, el uso de un lenguaje incluyente en materia electoral ayuda en algo?

Antonio Rangel Méndez | diputado local por el PAN

Desde hace tiempo se han hecho esfuerzos para alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres. Y me parece que la igualdad empieza con la forma en que nombramos a las personas. El Reglamento de Lenguaje Incluyente que publicó el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, con vistas al proceso electoral del 2018, debe considerarse una medida positiva, como otras que se han implementado, para promover la igualdad. En el PAN, por ejemplo, aprobamos recientemente un Protocolo para Atender la Violencia Política contra las Mujeres. En este contexto, es imperativo apoyar las iniciativas que nos ayuden a alcanzar una efectiva igualdad en todos los terrenos. En materia electoral, creo que este Reglamento ayuda a poner piso parejo para todas y todos los candidatos, en algo básico como es el modo de referirnos a ellos. Después de todo, nuestra forma de entender el mundo se expresa en el lenguaje.

Mauricio Ortiz Proal | diputado local por el PRI

Sin duda alguna, un lenguaje incluyente consolida la cultura que necesitamos de comprendernos dentro de nuestra diversidad, en México existen diversos grupos sociales, cada uno de ellos con sus características, es fundamental que el proceso electoral procure la utilización de un lenguaje adecuado para que nadie se sienta excluido, para que todos sean invitados a participar de la democracia electoral y que a través de ella, tengamos la posibilidad de seguir transformando a Querétaro. Hoy en día un lenguaje incluyente significa la oportunidad de entendernos como parte de un todo desde nuestra peculiaridad, por lo que estos esfuerzos deben ser aquilatados y bien recibidos.

Carlos Peñafiel Soto | dirigente de Morena en el Estado

UNO DE LOS GRANDES RETOS que tenemos como sociedad es ACABAR CON CUALQUIER TIPO DE DISCRIMINACIÓN, incorporando como principio fundamento la IGUALDAD; nos lo debemos como humanidad.

En este sentido, ningún esfuerzo es menor y por ello celebramos el que el Consejo General del  IEEQ haya emitido lineamientos para el uso de lenguaje incluyente, el cual considero es un esfuerzo valioso en la materia, que nos aleja de modas populacheras y que llevaron a expresiones de triste memoria como la de “chiquillas y chiquillos” en pasados procesos electorales, que nada abonaron a una aproximación seria en el despertar y toma de conciencia respecto a la DIGNIDAD HUMANA, recordemos del mismo triste personaje Panista expresiones como “lavadoras de dos patas”. O de un PRIista “yo no soy la señora de la casa”.  El uso de un lenguaje incluyente debe ser un ejercicio para reeducarnos desde lo personal hasta lo institucional en un proceso que nos lleve a que todas las personas podamos ser nombradas y consideradas de una manera respetuosa y digna, utilizando las normas gramaticales de nuestro rico idioma, rompiendo desde esta TOMA DE CONCIENCIA brechas de desigualdad, discriminación, trato desigual, estereotipos…  Hagamos que el proceso de respeto a los derechos humanos y la no discriminación sea parte de nuestra idiosincrasia y no una mera moda,  sin duda es un camino que no nos arrepentiremos de seguir si lo hacemos con seriedad.

 

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