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Denuncian vecinos ola de robos en Cuernavaca

Llantas, tanques de gas, placas de autos, hidrolavadoras y hasta las cámaras de seguridad que instalan los vecinos en sus casas son robadas por sujetos que aprovechan la ausencia policiaca para delinquir.

Se trata de habitantes de la Colonia Tulipanes, ubicada a un costado de la Autopista México-Cuernavaca, muy cerca de una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad, quienes aseguran que desde hace varios años han sido víctimas de la delincuencia, pero hace un par de meses la incidencia delictiva en sus calles aumentó, sin que las autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad hagan algo al respecto.

“La delincuencia aquí ha estado muy fea, por ejemplo aquí a un vecino hace algunos meses lo asaltaron y entraron hasta la puerta, él se defendió como pudo y logró que eso no pasara a más; igual cuando recién empezó la cuarentena un vecino de más abajo iba llegando un familiar a su casa y en un carro gris igual lo asaltaron y fue a plena luz del día.

“En una casa se metieron, robaron un tanque de gas; recientemente a otro vecino de acá arriba le robaron, se metieron a su jardín y se llevaron lo que pudieron. Han robado placas de autos aquí; una cuadra más hace tiempo mataron a un sujeto que vendía drogas, entonces la delincuencia aquí ha estado muy, muy fea y no solamente a lo que vivimos en la colonia, sino  todos los trabajadores y los transeúntes que pasan por aquí los asaltan, está muy fea la delincuencia, pero parece que en esta calle se han enganchado más que en otras partes”, dijo Carlos, vecino de la Colonia.

La mayoría de los delitos han quedado grabados en los equipos de seguridad instalados por los vecinos.

Algunos de los videos de robos se han hecho virales en redes sociales.

Los vecinos aseguran que eso ha motivado que ahora los delincuentes también se roben las cámaras de videovigilancia y los focos de las casas.

“Hay mucha delincuencia, la verdad, a todas horas se roban los focos, las cámaras de video, se meten a las casas, ya es un de veras, un descontrol porque a todas horas roban, ya no tenemos seguridad, ya no hay nada de protección.

“Lo que hemos hecho es incrementar la seguridad, al vecino de atrás apenas le robaron, tuvo que poner su malla, sus navajas, aquí se han metido dos veces en la casa de usted, en todas las casas se han metido, a la señora de abajo le robaron sus cámaras y se metieron también, roban los focos, se roban todo, no sé si los focos para que se vea oscuro y no haya luz”, contó la señora Martha.

La mayoría de los delitos han sido reportados a la Policía Morelos.

Sin embargo poco han hecho para prevenirlos.

“Yo creo que aquí no hay casa que no hayan robado, aquí una de las casas hasta hubo alguna vez una persona que se brincó a una casa y muy campante salió con el  tanque de gas y los tramos de tubería de cobre; se han llevado las cámaras que hay aquí de seguridad, y pues es una situación que ya no se aguanta, aquí luego hay carros que tienen gente ahí esperando y no se mueven para nada y entonces pues ya vivimos con mucho miedo.

“Siempre que pasa algo así hablamos y es cuando vienen (los policías) y avisa uno algo, pero pues nada más toman datos y se van, no hacen nada y la situación sigue igual, nunca vemos patrullas”, dijo Don Julio.

A pesar de la incidencia delictiva, la Comisión Estatal de Seguridad no ha reforzado la presencia policiaca en la zona, lo que para algunos de los vecinos incluso habla de complicidad entre policías y delincuentes.

“No, no hay ese apoyo desde hace mucho tiempo, ya no tenemos ningún apoyo de nada, hemos reportado, llamamos a la policía, vienen y dicen ‘¿qué le pasó? ¿está bien? Y vienen ya que pasó todo, no sé si tengan miedo de llegar a tiempo u otra cosa, a veces yo pienso que están de acuerdo porque tardan mucho tiempo, la verdad”, dijo la señora Estela.

“Se avisa a las autoridades y se les dice que hay un ratero y vienen, pero vienen cada, uff, casi no vienen, casi no pasan, necesita uno hablar y decirles, pero que pasen las patrullas, no”, señaló Carlos.

Ante la ola de delitos cometidos en su contra, los vecinos ahora intentan conseguir los permisos para instalar una reja en cada acceso a las calles en las que se han registrado ,ás robos y restringir así el paso de vehículos y peatones.

“No hay vigilancia, el llamado es que nos cumplan en cuestión de que nosotros pagamos nuestros impuestos y merecemos tener seguridad.

“No han cumplido con esa parte, por eso estamos viendo si hay la posibilidad de que nos otorguen algún permiso o algo para poder cerrar la calle, con nuestros medios, aquí no hay negocios, solo la gente que aquí vive pueda pasar porque ya fue demasiado”, expresó la señora Escobar.

Hasta ahora las autoridades municipales no han otorgado los permiso a los vecinos para cerrar las vialidades.

Los habitantes aseguran que insistirán en conseguirlos, pero de no lograrlo adelantaron que tomarán medidas más fuertes para frenar por sus medios los robos en sus domicilios.

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