En total incertidumbre viven los habitantes de Aguililla, Michoacán, pueblo abandonado por los tres órdenes gubernamentales, que no restablecen la seguridad, ni tranquilidad, ni mucho menos el libre tránsito y es intermitente la entrada y salida al municipio ante las constantes fracturas que sufre la carretera con maquinaria pesada a manos de la delincuencia organizada.
Los habitantes de Aguililla, tienen cerca de dos años con la fractura intermitente de sus carreteras, la delincuencia las destruye y las autoridades tardan hasta 3 días en repararlas, para que en menos de 12 horas los hampones regresen al lugar y las trocen de nueva cuenta.
Esto impide que los ciudadanos puedan trasladarse a los municipios colindantes, además de la entrada de víveres, medicamentos y todo tipo de insumos básicos como la gasolina, entre otros.
Secuestrados dentro de su municipio, los habitantes también sufren de constantes cortos de energía eléctrica, los delincuentes cortan los cables para obligar a la ciudadanía a vivir en la penumbra, sin poder entra o salir de la localidad, sin agua, alimentos, medicamentos y gasolina.
Los habitantes de tierra caliente, han lamentado que el gobernador perredista, Silvano Aureoles Conejo se encuentre totalmente enfocado en anular las pasadas elecciones o realizando recientes publicaciones para convocar a la sociedad a reforestar, mientras la delincuencia organizada somete a miles de michoacanos.