El aburrimiento -y la necesidad- siempre precede a un periodo de gran creatividad, diría el escritor y filósofo estadounidense Robert Pirsig.
El 23 de mayo, tras dos meses de cuarentena en Querétaro (y las consecuencias que eso trajo consigo), María Mendoza y Andrés Cruz decidieron emprender su propio negocio: así nació XILI RIKO que, cuatro meses después, ya es invitado a participar en bazares locales en grandes plazas.
Gusanitos, panditas, manguitos, skwinkles, lifesavers y piñitas son algunos de los 12 distintos tipos de gomitas que ofrecen. Cada uno es bañado y cubierto en una combinación secreta de chiles y chamoy que le da el toque característico de esta marca, que ya es reconocido por clientes en todo el país.
“Comenzamos porque nos hacía falta dinero y porque no teníamos nada qué hacer, estábamos aburridos”, cuentan María y Andrés, mientras montan su puesto en el bazar del Colectivo Desobediente, a la mitad de Plaza Antea.
Durante los primeros meses del apocalipsis creció la oferta y demanda de productos muy específicos, sobre todo a través de redes sociales: desinfectantes, tapabocas, equipo para ejercicio en casa, servicios en línea e, incluso, golosinas y regalos a domicilio, como gomitas enchiladas.
“El comienzo fue retador: toda la planeación fue por Zoom ya que no podíamos vernos en persona. También, conseguir el material era complicado porque muchas tiendas estaban cerradas aún. Además, muchos estaban iniciando negocios similares al nuestro, por lo que había que distinguirnos de los demás”, comenta María.
XILI RIKO se caracteriza por su sabor y su presentación. María y Andrés cuentan que tuvieron que experimentar un sinfín de combinaciones para conseguir la mezcla “perfecta”, al mismo tiempo que diseñaban distintos empaques que resultaran atractivos y que conservaran el producto.
Las gomitas enchiladas requieren un balance: la proporción adecuada entre dulce, agrio y picoso, sin abusar del chamoy, pues eso hace que las gomitas se remojen y se peguen, perdiendo sabor. El empaque también es importante pues mantiene fresco el producto, evitando que se endurezca y manteniendo la consistencia chiclosa de la gomita. Suena sencillo, pero es la calve del éxito de XILI RIKO.
Por otro lado, se han enfocado en tener contenido vistoso en sus redes sociales, así como buscar la interacción con la gente y generar comunidad. Esto les ha ayudado a crecer rápidamente e, incluso, conseguir buenas oportunidades.
“Trabajamos mucho con influencers, por épocas. Algunos locales como Alex Vergara o Celi Ramos, pero, también, con figuras nacionales como Mariana Hinojosa, Marlene Favela o Barbara y Mar de Regil”, comparten.
“Le hemos enviado producto a Mar y sí nos sube en sus historias y habla de nosotros. Pero, Barbara de Regil nos ha pedido en tres ocasiones y todas insiste en pagarnos, son para ella”, añade Andrés.
Tras el fin del mundo, en la más nueva normalidad, XILI RIKO se prepara para registrar su marca y seguir haciendo envíos a distintos estados. A un año, se visualizan establecidos con un local y varios puntos de venta y, sobre todo, innovando en los productos y sabores que ofrecen.
“Durante el comienzo enfrentamos muchos retos. Ahora, es cansado regresar a la escuela, atender el negocio y las actividades extras. Hemos aprendido a aprovechar el tiempo y a organizarnos, sólo así. Claro que hemos cometido errores, pero somos buenos amigos y nos apoyamos cuando suceden, estamos junto en esto”, concluyen.