Las tradicionales festividades de Febrero de El Pueblito, incluido el ‘Paseo del Buey’ ya son Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.
Esto, luego de que se publicara la declaratoria correspondiente en el periódico oficial del Estado, La Sombra de Arteaga por instrucciones del gobernador, Francisco Domínguez.
“Se declara a “Las Fiestas Tradicionales de febrero de El Pueblito” como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Querétaro, dada su valiosa aportación cultural en el folklore, costumbres, rituales ancestrales, danzas y manifestaciones religiosas, representaciones y expresiones que son reconocidas por la comunidad”, se lee en la declaratoria.
De acuerdo con el dictamen expedido el pasado 6 de noviembre, estas expresiones y tradiciones que se celebran en el mes de febrero en el municipio de Corregidora, año con año, forman parte integrante del patrimonio cultural del estado, transmitiéndolo de generación en generación y que infunde un alto sentimiento de identidad a quienes en ella participan.
Asimismo, la publicación instruye a la Secretaría de Cultura del Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro, para que, en su caso, pueda colaborar en la difusión y promoción de todas aquellas actividades que sean necesarias, encaminadas a preservar, promover y difundir esta manifestación que forma parte de nuestra cultura, de acuerdo a la disponibilidad presupuestal con la que cuente.
Las Fiestas Tradicionales de Febrero de El Pueblito, es la celebración de mayor antigüedad en el municipio de Corregidora y gira en torno a la veneración que el pueblo tiene a la imagen de Santa María de El Pueblito.
Se remonta a los primeros años del inicio de la evangelización cerca de 1531 cuando la Orden de Frailes Menores extiende su obra a la periferia, llegando a San Francisco Anbanica o Teocalhueyacan, que luego se le llamó Galileo y más tarde Santa María de El Pueblito.
En relación al origen de los diferentes rituales y actividades que forman esta manifestación cultural, se conforma por los símbolos y actividades de culto a esta imagen, mezcla de las costumbres otomíes que con motivo del “pedimento de mano” se realizaban, como el paseo del buey, parandes, remuda, el caldo, música, cohetes, etc. Así como la relación con los frailes franciscanos y sus diferentes elementos y símbolos, como el incienso, flores, oraciones, campanas, cruz de pasión, purificaciones, estandarte… etc.