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Investigadores de la UAQ desarrollan confite de mango contra la obesidad infantil

En México uno de cada 20 niñas y niños menores de 5 años, y uno de cada 3 de entre los 6 y los 19 años padece sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la UNICEF.

El sobrepeso y la obesidad, que favorecen la aparición de enfermedades crónico – degenerativas como la diabetes así como problemas cardiovasculares, tienen en la mala nutrición su origen más importante; sobre todo cuando no se incluye en la dieta habitual de niños y adolescentes una cantidad suficiente de vegetales y fibra.

Con el objetivo de ayudar a combatir esta problemática social, el equipo de investigadores de la Facultad de Química conformado por la Dra. Marcela Gaytán Martínez, la Mtra. Luz Abril Herrera Cazares, la Dra. Aurea Ramírez Jiménez, el Mtro. Iván Luzardo Ocampo y la Dra. Rocío Campos Vega, presentaron su “Desarrollo de un confite funcional elaborado a partir de bagazo de mango como estrategia alimenticia contra la obesidad y sobrepeso infantil”, con el que obtuvieron el 2º lugar del Premio Alejandrina a la Investigación convocatoria 2020.

En entrevista, la Dra. Marcela Gaytán Martínez explicó que, siendo México, también, uno de los países con mayor índice de obesidad y sobrepeso en adultos, así como en enfermedades ocasionadas por estos trastornos, se valoró la importancia de prevenir estos padecimientos desde la infancia.

“Nos dimos cuenta de que se han desarrollado muchos productos enfocados en adultos, para coadyuvar estas enfermedades que ya padecen; pero no estábamos poniendo atención en una población que en un futuro van a ser adultos. Por otro lado, los niños nunca van a dejar de consumir dulces y generalmente, comen pocas verduras y fibras, por lo tanto tienen un déficit de consumo de fibra. Ahí comenzamos a ver de dónde podríamos conseguir más fibra”, expresó.

La investigadora señaló que fue ahí donde se encontró el punto de coincidencia con otra problemática social: el bajo aprovechamiento de subproductos de la agroindustria procesadora de alimentos, que terminan convirtiéndose en contaminantes del medio ambiente.

Por ejemplo, indicó, la industria que procesa el refinado de la pulpa del mango deja como subproductos el hueso, la cáscara y el bagazo de esta fruta; mismas que poseen una alta cantidad de fibra todavía aprovechable.

“Analizamos los tres subproductos y observamos que tenían el azúcar propio de la fruta, además de fibra dietética con altos compuestos fenólicos; nos dimos a la tarea de desarrollar un confite funcional alto en fibra, antioxidantes y compuestos fenólicos que puede ayudar a modular la microbiota del colon, pero en una forma en que les guste y la consuman los niños”, apuntó la Dra. Gaytán Martínez, quien dijo que este dulce puede ser un potencial prebiótico que puede ayudar a reducir los efectos nocivos del sobrepeso y la obesidad infantil.

La presentación del confite es en forma de “gomita”, una textura que es conocida y apreciada por los niños actualmente, y ha obtenido buenos niveles de aceptación en población infantil de entre 8 y 12 años. Además de que no resulta más caro que otros dulces en el mercado.

Con respecto a su logro del 2º lugar del Premio Alejandrina, la Dra. Gaytán Martínez afirmó que es un reconocimiento al esfuerzo del trabajo de todo el equipo, conformado por docentes y estudiantes de la Máxima Casa de Estudios del estado.

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