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Yo no voy a votar en la consulta, ¿y usted?

“A algunos consejeros del INE les decimos que no tienen autoridad moral. En el fondo odian la participación del pueblo, la idea de un pueblo libre, participativo. No toleran la consulta popular”, Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, 6 de abril de 2022.

Desde que nació el Instituto Federal Electoral (IFE, hoy INE), he votado en todas las elecciones locales y federales. El año pasado no voté en la consulta para enjuiciar a los expresidentes, porque pienso que la aplicación de la ley no se consulta, se aplica y punto.

Cuando se aprobó la legislación para la consulta de revocación de mandato, nacieron mis suspicacias para participar en este proceso, de entrada, el principal promotor era el presidente, alguien al que, de respetarse el marco legal que existía cuando fue electo, no se le debería aplicar.

Haciendo caso a dos frases muy conocidas: «no hagas cosas buenas que parezcan malas» y «piensa mal y acertaras», desde entonces tomé la decisión de no participar.

Nunca he creído en que Andrés Manuel López Obrador sea un demócrata, y más desde que llegó a la candidatura de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal sin cumplir el requisito de residencia: si en lo pequeño no respeta la Ley, en lo importante mejor ni hablamos.

Por años, hizo campaña pasando por encima de la ley electoral, pero para no victimizarlo no se le sancionó. No hay que olvidar que a Vicente Fox le tembló la mano de aplicarle la ley después de que había sido desaforado.

Y creo que el tiempo, y más su manera de gobernar, ha afianzado lo que pienso de él. Basta recordar dos frases dichas esta semana.

El miércoles, previo a que la Suprema Corte discutiera sobre la inconstitucionalidad de su Ley Eléctrica del año pasado, amenazó a los ministros: «y que no me vengan a mí de que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley». Finalmente, sus amenazas le alcanzaron para que la ley siga vigente, pero como 7 de 11 ministros la consideraron inconstitucional, las empresas podrán ganar la mayoría de los amparos para que no se les aplique la ley.

Este viernes amenazó, otra vez, a los diputados de Oposición que la siguiente semana podrían votar en contra de su contrarreforma eléctrica: «les digo a los legisladores que lo piensen, porque se van a exhibir como traidores a la patria». Es decir que si alguno de los diputados que representan a más de la mitad de los mexicanos que votaron contra los partidos que no son lopezobradoristas siguen ese mandato popular serán «traidores a la patria» por no cumplir sus deseos.

Muchos que apoyan la revocación como una herramienta ciudadana para quitar a malos gobernantes, sin duda que tienen razón, pero pequeño detalle, es tan ciudadano que sí se puede quitar, pero no poner al sustituto. Si en realidad se quisiera empoderar al ciudadano, se haría como en California.

En ese estado, el mismo día el ciudadano llena dos boletas: en una si se debe o no revocar y en otra al que sería el sustituto, obviamente si la mayoría vota porque se vaya el gobernante, entonces toma valor la otra boleta.

Si en el ejercicio de este domingo hubieran dos boletas, una como la que se va a usar y otra donde se pudiera votar, por ejemplo, por Ricardo Anaya y Antonio Meade para sucederlo, creo que muchos más iríamos a las urnas.

Por esas razones, decidí de origen no participar, aunado a eso se reafirmó mi decisión con varios hechos más:

1.- Es un derecho ciudadano, no un derecho del gobernante. Si ni siquiera se pudieron juntar las firmas ciudadanas necesarias, desde mi óptica es un fraude a la ley. La gran mayoría de las firmas fueron recabadas por gente afín a Morena (por cierto, muchas falsificadas) y con la campaña «que siga AMLO», cuando lo que se busca en este proceso es revocarlo, no ratificarlo.

2.- Un día si y otro también, el Presidente, los gobernadores de Morena, y otros militantes morenistas han pasado por encima de la Ley electoral, a tal grado que existe el riesgo de que se declare inválido el ejercicio. Además, sin duda esto representa desviación de recursos públicos y si se aplican las nuevas sanciones a delitos electorales deben acabar algunos en prisión.

3.- Y sobre todo el abuso de los más vulnerables que se les da recursos públicos y los engañan diciéndoles que si no votan por AMLO van a dejar de recibir su dinero.

Usted tiene el derecho de utilizar esta herramienta «ciudadana» para quitar a López Obrador, sólo tome en cuenta que es poco probable que gane la opción de que se vaya, por diversas razones legales e ilegales.

Si usted va a votar para que «no se vaya», sólo confío en que sea porque ha mejorado su vida con AMLO en la presidencia o porque cree que estaríamos peor si se va ahora y no hasta el 2024.

¡Hasta la próxima!

ecrespo@mobilnews.mx

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