QUIMERA: Sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice.
El pasado 10 de junio, México fue el anfitrión de la cumbre de Líderes de Norteamérica, con la presencia de los presidentes Joe Biden (EEUU) y Andrés Manuel López Obrador (México), así como el primer ministro canadiense Justin Trudeau. Como se ha venido manejando desde la firma del Tratado de Libre Comercio en la década de los 80, se habla de una región unificada con sus economías fuertemente interconectadas, y donde el ideal era permitir la libre movilidad de personas.
Pero cómo hemos visto, en 40 años, tal unificación o comunalidad no es real. Es una quimera.
Los llamados ¨Tres Amigos¨ no son más que 3 grandes desconocidos, tanto los líderes como sus pueblos. Cada uno de estos países viven realidades tan diferentes y sus gobernantes enfrentan retos y agendas propias que no son compatibles con los intereses de la región en su conjunto.
Veamos algunos datos. Según el Banco Mundial, el ingreso per cápita de USA es de $70,250 dólares, el de Canadá es de $52,000 dólares y en México es de $10,000. El salario mínimo por hora (en dólares americanos) en la Estados Unidos es de $7.25 (aunque hay muchos estados donde es el doble); el mínimo por hora en Canadá es de $10 (en dólar canadiense el valor es de $15.55), a diferencia de México donde se cuenta por día, siendo el mínimo $8 dólares.
Con bases económicas tan disparadas, es muy difícil llegar a acuerdos uniformes o en similitud de condiciones. Y no es que solo la nación azteca tenga problemas de corrupción, violencia, fragilidad política. Estados Unidos enfrenta una de las más profundas crisis de polarización política y es el país con más masacres por arma de fuego. Canadá, por su parte no sufre por la política, pero padece de inseguridad en las grandes ciudades, la rota relación con sus pueblos indígenas, el costo de la vivienda y la principal crisis que ahora están enfrentando los servicios de salud, por falta de personal y fondos insuficientes para la demanda creciente. Se ha estado negociando un mega plan de inversión federal o la posible apertura a servicios privados (actualmente existe el servicio de salud universal, casi totalmente proporcionado por el Estado).
Curiosamente, aún cuando por la vía legal y en el marco del Acuerdo de Libre Comercio, el flujo de personas no ha sido como se creía en un principio, el movimiento de gente al norte está llegando a niveles nunca antes visto, algunas entidades del sur de los Estados Unidos hablan de una invasión. En 2022, el número de gente cruzando ilegalmente la frontera fue de 2.75 millones, mientras que el año anterior fueron 1.72 millones.
La migración ilegal ha cambiado la estructura social de la Unión Americana, pues actualmente la minoría predominante es la de habla hispana, con un creciente peso económico, político y cultural. A pesar de toda la polémica en el foro público, los migrantes y los descendientes ya son parte integral de esa nación. Aunque no parece haber vasos comunicantes entre los acuerdos comerciales y la nueva realidad social de ese país, el impacto exterior es contundente, pues año tras año el envío de remesas hacia México sigue creciendo y consolidándose como una de las mayores fuentes de ingreso económico en la nación azteca.
Mientras los gringos luchan por parar la llegada de inmigrantes (ilegales), el gobierno canadiense ha sido criticado por pretender aumentar el número de inmigrantes legales hasta llegar a 500 mil por año en 2025. En 2021 llegaron al país de maple 405 mil personas. El motivo es el creciente número de adultos mayores y la falta de obreros en áreas laborales específicas. Casi el 25% de la población actual somos inmigrantes sin embargo, la gran mayoría proviene de India (18%), seguido de Filipinas, China y Siria. Muy pocos provienen de Latino América.
El único avance técnico de la cumbre es el plan de sustituir el 25% de las importaciones chinas a la región. China es un dolor de cabeza para gringos y se han llevado entre las patas a Canadá, generando un enfriamiento de las relaciones diplomáticas; ahora suman a México en ese conflicto internacional en el terreno económico. Canadá, por su parte, aprovechó la visita para presionar para resolver conflictos en el sector minero y energético; los americanos quieren mandar de regreso más migrantes del sur a territorio mexicano.
En conclusión, la cumbre fue más una reunión de cuates -que realmente no son cuates- para la foto; hablando de una integración que está muy fracturada, que beneficia solo a ciertos grupos y consolida la subordinación de dos miembros débiles hacia una de las naciones más poderosas del mundo, que está enfrentando serios problemas internos y en el plano internacional (como la guerra en Ucrania y las tensiones con Rusia y China).