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¡Queee bonita familia!

Esa frase… ¿La recuerdan?

La máscara de la mentira luce atractivos inexistentes como lo hemos podido ver a través de estos tres años de la autodenominada cuarta transformación.

El presidente López se ha llenado la boca de hablar y hablar de austeridad, pobreza, corrupción, todos los días, durante tres horas diarias y confirma que el que habla y habla tiene la cabeza vacía.

A las mentes cerradas, solo les queda abrir la boca y hablan por ese simple hecho, porque tienen boca.

El tema es obligado, es una muestra más de que López predica de lo que carece.

Y no se trata de defender a los “prianistas” que han sido gobiernos caracterizados por corruptos y de servirse del poder para sus intereses personales. Eso lo tenemos todos claro.

Obviamente la #4T no es la excepción. Aquí lo que destaca es la hipocresía, una que tiene mil caras y que a estas alturas del partido ya no sabe cuál careta ponerse.

Decía Martín Lutero que “la humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullos”. No podría estar más de acuerdo.

Lo peor del asunto es que, si no se habla con la verdad hay de dos sopas, o eres ignorante o eres perverso. Las dos opciones son bastante graves.

López ha llevado a sus seguidores, a través de los años, con 200 pesos en su cartera, a violar la ley a través de la manipulación de la ignorancia (de todas las clases sociales), desde convencerlos de no pagar la luz, bloquear pozos petroleros, etc.

Hoy desde la presidencia lo sigue haciendo, miente, engaña, en todos los rubros en economía, en salud, en seguridad, austeridad, corrupción, aeropuerto, tren, refinería, avión presidencial, escojan el rubro que gusten, para todo tiene una mentira.

Apenas se reveló el asunto de las mansiones que habita el hijo mayor del presidente en Houston, del que se ha hablado durante la última semana, digno de una ópera bufa.

Ya los especialistas opinólogos fanáticos y detractores, han hablado mucho al respecto, mi opinión personal es que va una raya más para el “tigre” como le llaman sus fanáticos.

La reacción de López era lo que se esperaba ¿O acaso pensaban que ordenaría una investigación? ¿O que llamara a su hijo a la “mañanera” para explicar al pueblo bueno su vida de excentricidades y lujos? ¿O mínimo para dar consejos de cómo llegar a eso sin trabajar durante años? Nada ni Pío, ni Felipa, ni Martín, Zoé, Irma Eréndira, Ackerman, Delfina Gómez, Ana Gabriela, Santiago Nieto y Gertz Manero ni nadie.

Ni el austero que vive en el palacio, que sobrevive con 200 pesos, que sólo anda en Jetta cuando lo vemos en las camionetas “machuchonas”, que ya se acabó corrupción y vemos contratos a familiares y “aportaciones” voluntarias de fajos de billetes, cortesía de su familia y de sus más entrañables colaboradores.

Como todos sabemos, el Junior de la #4T, como el mismo se hace llamar, no es un tipo al que se le conozca, digamos alguna actividad empresarial, o que haya tenido algún trabajo en un puesto ejecutivo, o que haya destacado en algún ramo académico.

Todo lo contrario, siempre lo hemos visto desaliñado, de vestimenta descuidada, obeso, como si fuera la imagen de wikipedia para describir la palabra holgazán.

Su esposa, Carolyn Adams, es todo lo contrario y lo podemos ver en publicaciones de sus redes sociales, una mujer bella sin duda, con perfil ejecutivo, que tiene un trabajo importante y que, cualquiera que este sea, requiere una presencia impecable.

Se revelaron contratos de la empresa que representa Carolyn, Baker Hughes, compañía petrolera que tiene contratos por más de 151 millones de dólares con Pemex, y que actualmente vende compresores y turbinas para la refinería de Dos Bocas.

La modesta vivienda pertenece a Keith Schilling, un directivo de la empresa para que trabaja la esposa del “junior de la #4T”.

Pero el punto no es ese, precisamente, sino como por reflejo, el mentiroso se desmarca, primero con un total y absoluto silencio sobre el tema, para después tocar el tema para decir que ella es la adinerada, así es, como lo hizo con Bartlett y su esposa Julia Abdalá.

“Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno, ni un contrato, ni una recomendación, no somos iguales”, dijo.

Aquí hay que ver que López, con tal de no mancharse, es grosero, irrespetuoso hasta con su propia familia, pues al decir abiertamente que “ella es la del dinero”, confirma a todos que su hijo es, efectivamente un vividor, braguetero, como decimos en el norte.

Hijo de tigre… pintito. ¿O que alguien nos diga ¿de qué ha vivido López los últimos 20 años? Finjamos que no sabemos.

Ofende también a su nuera, que sabemos que se dedica a las relaciones públicas entre empresas petroleras desde hace varios años, lo que llamamos “coyotaje” y es lógico que sus ingresos sean muy elevados.

Y pues como ya dijimos, al “principito” no se le conoce ni oficio, ni beneficio y el presidente, en vez de dignificar un poco a su vástago, emitir una opinión respetuosa (de ambos), de Carolyn, que es la madre de su nieto, eso no lo detiene para ofender con tal de mantener la mentira que vende todos los días a sus fanáticos.

López goza, se pavonea, presumiendo de lo que carece.

Pongamos atención solo en su vestimenta, ¿Cuántos trajes diferentes? ¿Cuántos zapatos? ¿Cuántas guayaberas? ¿Chamarras? ¿Lo han notado? Los invito a hacerlo a partir de hoy. Es una exageración.

Hágase la revolución, pero en lo bueyes de mi compadre, para ellos los fanáticos, un par de zapatos y un vochito, si bien les va.

Los López son una familia muy normal. Tan neoliberal y aspiracionista como ustedes y yo.

Y como decía Pompín ¡Queee bonita famila queee bonita familia!

Tiempo al tiempo.

@hecguerrero

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