El fin de semana acudí a una tienda de autoservicio por una promoción de esas que están de moda en vinos y licores, y que valía la pena aprovechar cuando ya tenemos a la vuelta de la esquina las fiestas decembrinas.
Después de dejar a mi retoño en el colegio -muy temprano-, me dirigí a la tienda y arribé a eso de las 7:30 am; acto seguido, me dirigí al área de promociones e hice lo propio subiendo a mi carrito los destilados de preferencia propios, y de mi familia.
Inmediatamente me dirigí al área de cajas para pagar por los productos seleccionados, y ¿cuál fue mi sorpresa? pues que no me podían cobrar nada hasta que el reloj marcara las 8:00 am. Pregunté al primer empleado de la tienda que tuve a la mano, y no supo darme razón del hecho que me estaba incomodando.
Pregunté a más empleados y la respuesta fue la misma: “No sabría decirle señor”. Fue hasta que levanté firmemente la voz y pregunté de caja en caja el motivo del retraso en el pago de vinos y licores, y fue hasta ese momento que se me acercó alguien aparentemente con más jerarquía e información para preguntarme cuál era la razón de mi descontento.
– Pues nada, que no me quieren cobrar los vinos y licores que llevo en el carrito, hasta que den las 8:00 de la mañana- le repetí ya con marcado enojo.
– Mire, le explico: es que la licencia de venta de alcohol no nos permite comercializar el producto hasta ese horario, es por ello que no le podemos cobrar su mercancía-, me respondió el empleado con mucha tranquilidad.
– Por ahí hubieran empezado – le repliqué- deberían de darle esa información a sus compañeros para que la transmitan a todos sus clientes, porque si no, habrá mucho descontento por la falta de información para el consumidor-, le insistí al dependiente.
¿Cuál es la reflexión sobre esta anécdota? Pues que “a ojo de buen cubero” fue exactamente lo que sucedió el fin de semana cuando habitantes de la comunidad El Nabo, bloquearon el libramiento surponiente demandando el restablecimiento del servicio de energía eléctrica que no han tenido en cuatro días… y parece que contando.
Sucede que las versiones informativas indican que al lugar arribaron elementos de la Policía Estatal de Querétaro y que mediante el uso de la fuerza y sin dar explicaciones, quitaron del lugar a los manifestantes sin darles una sola explicación del por qué de tal acción.
Entremos entonces en un ejercicio de comunicación, porque este texto no es para opinar si la acción policiaca estuvo bien o estuvo mal, simplemente es evidenciar que por parte de las autoridades de toooooodos los niveles de gobierno, la comunicación para con sus gobernados a todas luces es muy deficiente.
¡Alguien! tendría que haberles explicado a los manifestantes antes de que cerraran la vialidad, que esa acción es una falta considerable y que seguramente, habría consecuencias en caso de realizar al bloqueo.
¡Alguien! también tuvo que explicarles a los habitantes de El Nabo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la que suministra el servicio de energía eléctrica, y que el reclamo correspondiente se debió haber realizado en otro escenario y con otras características, no en una vialidad tan importante como esa.
¡Alguien! debió haberle dicho a la Policía Estatal que el uso de la fuerza pública es el último recurso para hacer entrar en razón a un ciudadano, y que si tu llegas usando la violencia a cualquier escenario y sin dar explicaciones, seguramente obtendrás la misma respuesta de tu contraparte.
¡Alguien! Debe decirle a los gobiernos Federal y Estatal, que la concertación y la gestión son los mejores caminos para explicarle al ciudadano cuáles son sus obligaciones, y también cuáles son sus derechos, siempre y cuando, estén bien enterados de los hechos por medio de los canales de comunicación tradicionales.
Evidentemente en ambos escenarios hubo de todo ¡Menos información! así que el aprendizaje de todo esto debe concentrarse en encontrar los canales adecuados para decirle siempre a la ciudadanía, todo lo que necesita saber para desarrollar su entorno en las mejores condiciones posibles, y no esperarse hasta que la población se encabrone para hacer valer sus derechos, así pues entonces ¡Hablemos de comunicación!