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Movilidad en crisis

Todo parece indicar que el tema de la movilidad en la zona metropolitana de Querétaro se está saliendo de control y amenaza con generar una crisis peor a la que ya vivimos.

Un par de percances viales sucedido en los últimos días de octubre y la saturación de vehículos particulares circulando por cuanta vía terrestre hay en la ciudad, generaron horas de angustia, desesperación, pérdida de tiempo, molestia y hasta amenazas político – electorales de ciudadanos.

La esperanza que muchos tenían de que la obra de Paseo 5 de febrero, una vez terminada pudiera venir a resolver el impresionante tráfico vehicular en la ciudad, se esfuma en la medida que pasan los días.

La gente está enojada y con hartazgo; la obra referida no acaba por terminarse. Se abren nuevos frentes en las acciones públicas en la ciudad y pareciera ser que el transporte no resuelve su encrucijada.

Ciudad de los autos

La percepción, hasta el momento, es que no existe una visión de movilidad sustentable y de corte metropolitano que se enfoque a resolver eso, la movilidad ciudadana, considerándose en primer lugar a los peatones, a los ciclistas y a la gente que usa transporte público.

La remodelación de la 5 de febrero y la construcción del estacionamiento en el mercado de La Cruz son obras que priorizan lo que debería estar en un plano secundario: el uso del automóvil particular.
El caos tiene una gran responsabilidad sentada en las instancias de gobierno.

Son obras que alientan el empleo del automóvil particular en lugar de fomentar alternativas de movilidad, como el uso de la bicicleta, el caminar o el transporte público.

Cito un dato duro que nos refiere la dimensión de esta problemática.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA) informó que en el periodo enero-agosto de 2023, el estado de Querétaro registró la venta de 19 mil 917 vehículos nuevos, cifra que representa incremento de 21.9 por ciento con relación al mismo periodo de 2022.

Esta cantidad se traduce en la circulación, cada 24 horas, de 83 automóviles nuevos más por las calles de Querétaro. Si agregamos la cantidad de automóviles de familias que llegan a vivir a la entidad, sumamos 25 vehículos más cada día; esto hace un total de al menos 100 automotores más diariamente.

Consecuencias

El resultado obvio de la caótica situación que vive la ciudad es, en primer lugar, el incremento de los tiempos de traslado, provocando que el salir con anticipación se haya convertido en una recomendación que ya no ayuda.

El mes pasado, el Boulevard Bernardo Quintana, el Paseo 5 de febrero y hasta la arteria vial Felipe Ángeles (que es una alternativa para circular de norte a sur de la ciudad), fueron vialidades que quedaron colapsadas. Nadie podía moverse; todos “estacionados” y, por supuesto, la crisis de ansiedad, el enojo, el fastidio y hasta el rencor contra el gobierno, no se hicieron esperar.

La paciencia ciudadana se está acabando. No sabemos si aguante tres o cuatro meses que necesita el gobierno del estado para reducir la presión vial.

Más allá de esta condición coyuntural, es necesario replantearse el plan de movilidad para la zona metropolitana; no es posible que siga incrementándose el número de autos circulando sin que nada se haga para reducir esta tendencia.

Son necesarias políticas públicas que frenen su uso y fomenten y protejan a los peatones. Es increíble que, por ejemplo, hasta el momento no se hayan realizado acciones en el Centro Histórico que amplíen los espacios para los viandantes y los reduzca para los automovilistas.

Adolecemos de una gran red de transporte público eficiente, rápido seguro y económico que movilice a la ciudadanía a cualquier punto de la urbe.

Si tan solo estas dos políticas se concretaran entonces se podrían aplicar medidas más firmes para reducir el uso constante del auto particular.

Y entonces sí, podríamos pensar en que Querétaro avanza al siguiente nivel.

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