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Moisés de Macuspana

“La burguesía es como la BOA”

Hugo Chávez.

En estos tiempos, de posmodernidad, sabemos lo peligroso de quien o quienes pretenden ser los dueños de la verdad absoluta, lo hemos visto durante el desarrollo de la humanidad, hasta hoy.

La inquisición, el islam (radical), las dictaduras de derecha en América y Europa y claro también las de izquierda.

“Estás conmigo o contra mí”, a nadie deben sorprender estos exabruptos del presidente López, pues el ha defendido el término de “radical”, en una forma insistente al decir que lo radical no debe asustar a nadie, pues es como un cambio de raíz, como una inocente plantita. La historia de la humanidad nos ha dejado claro en donde acaban naciones y líderes que pregonan ese concepto.

Asi queda claro que todo quien se crea poseedor de la verdad, inmediatamente todos los demás se vuelven forajidos, fugitivos, segregados, perseguidos, algunos otros dispuestos a “evangelizarse”, reeducarse y, en el peor de los casos, son eliminados.

No sé si alguien se ha dado cuenta, pero López nunca ha sido un demócrata, en más 20 años, nunca reconoció una derrota en las urnas y siempre se iba a la yugular de quienes no estaban con él.

Así, durante el tiempo que lleva la 4T, la línea ha sido, polarizar al país, dividirlo, para fortalecer el discurso y llevarse todo lo que va a estar en juego dentro de un año que no es cosa menor: 15 gubernaturas, las cámaras y decenas de alcaldías.

Y si creíamos que con la BOA era suficiente, el hijo pródigo de Tabasco, ahora se convirtió en el Moisés de Macuspana y lanzó un decálogo para enfrentar una pandemia, una colección, si de buenos deseos, pero de lugares comunes, solo le faltó poner a un Piolín o un demonio de Tazmania para que se parezca a las cadenas insufribles que te mandan en Whatsapp.

De verdad, en algún momento esperaríamos más de este gobierno, lamentablemente no, no va a ser así.

Recientemente nos enteramos que las ganancias del aeropuerto de Santa Lucía, serán para la SEDENA, la máquina electoral ya está arrancando desde hace mucho, primero las clientelas, regalar dinero a los pobres para garantizar el voto y ahora comprar al ejército, para que nadie se salga del huacal.

Paulatinamente desmantela las instituciones democráticas y si no las denosta, vive la austeridad en un Palacio, donde se gasta un presupuesto de más de 6 millones de pesos en nómina y servicios para que el presidente realice sus funciones de jefe de estado.

Ahora la austeridad es: de vivir en un departamento en Copilco, a ser el rey chiquito en su gran castillo.

Tenemos a Marcelo escondiendo su Rólex, a la esposa del presidente haciendo berrinche con un youtuber, al propio mandatario diciendo que no sabía de la existencia de la CONAPRED.

Ya lo dijo George Orwell: “Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”.

Tenemos en la presidencia un mitómano, que miente como respira, que se cree Jesús, Juárez, Madero y ahora Moisés, aquel que liberó a su pueblo y partió en dos el río Grijalva, para la liberación de su pueblo.

A veces parece que tenemos un pontificado, no un presidente, un predicador que anda en campaña, que no le gusta sentarse a gobernar.

Así por gotas y a veces por chorros, el agua está por llegarnos al cuello

Al gobierno, a cualquier gobierno no se le aplaude, se le cuestiona, se le supervisa y se le confronta.

Y la oposición… bueno, cuando tu mejor opción es el PAN, encabezado por el insufrible Marko Cortés, que es el primero en morder todos los anzuelos que lanza el gobierno, increíble, las compra todas.

Para muestra un botón, pues luego de darse a conocer la BOA, la reacción de este individuo es crear un frente opositor y convoca a los demás partidos (incluso al PRD) a sumarse. En pocas palabras fortalece el discurso del Gobierno y le da todas las armas para seguir distrayendo a la gente.

Los 10 mandamientos del Moisés de Macuspana, dan pena, dan risa y nos reafirman lo que hemos dicho aquí, más vale que nos cuidemos solos.

Incitar a la división es un tipo de violencia, descalificar a unos sobre otros también, no importa de que lado estemos, así sea un individuo, un género una asociación o un gremio.

Es violencia obligar a la gente a decidir “si no estás conmigo, estás contra mi: pobres contra ricos, chairos contra fifís, liberales y conservadores, jóvenes contra viejos, empresarios y obreros.

Y esa violencia amigos, se paga con violencia, con inestabilidad social, como lo hemos visto a través de la historia. Ninguna pieza es el rompecabezas completo.

No podemos seguir así, vamos a perder todos, incluso los fanáticos que esperan ver el Grijalva partido en dos y solo cruzar…

Y lo peor que podemos hacer es quedarnos callados, como nos quieren tener, porque pensamos diferente al régimen, el silencio siempre encubra a los tiranos o a los falsos profetas, como el Moisés de Macuspana.

Tiempo al tiempo.

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