Chicago, IL.- Los adictos a los opioides en EEUU están acudiendo a una clínica en México para romper su dependencia a las drogas, porque ese tratamiento es ilegal al norte del Río Bravo.
El reporte de Jonathan Levinson en Global Post se refiere al uso de la ibogaína, una sustancia hipnótica y afrodisíaca proveniente de un arbusto africano originario del Congo y Gabón.
Este elemento ha demostrado capacidad para tratar la adicción a drogas como la metadona, heroína y opiáceos. Diversas investigaciones afirman que alivia el 90 por ciento de los síntomas de la abstinencia y, al mismo tiempo, restaura los patrones habituales de pensamiento y el correcto funcionamiento de la neuroquímica del cerebro.
The Ibogaine Institute, en Rosarito, Baja California, utiliza la ibogaína para la rehabilitación de adictos que habían perdido la esperanza de superar su dependencia a las drogas.
El tratamiento psicodélico incluye alucinaciones que, dice la clínica, son esenciales para desechar las malas vivencias derivadas del uso de enervantes.
En 1970 la Administración de Fármacos y Alimentos de EEUU agrupó a la ibogaína junto al LSD y los hongos alucinógenos, convirtiéndola en una sustancia sin ninguna aplicación médica.
Sin embargo, la creciente evidencia sugiere que la agencia estadounidense podría estar equivocada.
El doctor Thomas Kinglsey Brown, antropólogo y químico de la Universidad de California, en San Diego, dice que el dictamen contra la ibogaína derivó de los años sesenta psicodélicos.
Pero un largo y reciente estudio concluye que el 90 por ciento de las personas tratadas con esta sustancia tuvieron una dramática reducción en sus síntomas de abstinencia, incluso en un punto cuando las ansias por drogarse pudieron haber estado en su peor momento.
Un seguimiento de 12 meses posterior al tratamiento con ibogaína arrojó que además de una reducción severa de las adicciones, la relación de los pacientes con sus seres queridos mejoró notablemente.
México está contribuyendo a la recuperación de adictos y eso, para ellos y sus familias, no tiene valor.