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Los “ninis”: el fracaso del bono demográfico

Hace cerca de 25 años comenzó una etapa histórica que parecía prometedora para México, pero con fecha de caducidad: el bono demográfico.

Una masa de población en edad de trabajar ampliamente superior a la población dependiente. 

Para que ese bono no se convirtiera en lastre, había que impulsar políticas agresivas en educación.

La tarea no se hizo. No se logró la inserción masiva en educación superior. El 63% de los mexicanos no ha llegado ni a la preparatoria. Tampoco se logró la activación económica para generar oportunidades de empleo.

Los expertos en demografía advierten que estamos perdiendo el bono demográfico y convirtiéndolo en lastre. 

Esos jóvenes envejecerán sin haber aportado a la generación de riqueza, sin esquemas de jubilación y con enormes necesidades.

Esos jóvenes olvidados se han vuelto protagonistas de las precampañas. Ya sea para usarlos como “carnada” para ganar votos o como insulto al contrincante que resulta “peor que un nini”. 

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