“Servir a un ingrato es como perfumar un cadáver.”
A que me refiero con la frase anterior, a la renuncia del Srio. del H. Ayuntamiento de Pinal de Amoles, Querétaro, el Lic. Fulgencio Hernández González en solidaridad por el despido injustificado de su esposa la C. Anastasia Guillen Ruiz. Según en pláticas con él, la Presidente Municipal Lic. María Guadalupe Ramírez Plaza le puso un ultimátum, al pedirle que quería la renuncia de su esposa al otro día en su escritorio al Sindicato que encabeza el C. Cutberto Álvarez Camacho; estas dos personas son miembro activos del PAN y colaboraron de forma muy cercana y activa en campaña de la entonces candidata y hoy Presidente Municipal.
Si a esto le agrega la sistemática amenaza que han recibido los trabajadores del municipio de Pinal de Amoles por parte algunos servidores públicos, así como de Guadalupe Quintana que se ostenta como líder de un sindicato no reconocido, algunos trabajadores (17) han optado por renunciar al S.T.S.M.P.A. con copia a la Dirección de Recursos Humanos para conservar su empleo.
70 sindicalizados despedidos y otros que estaban contratados en diferente estatus suman 170 despidos injustificados, laudos perdidos, incumplimiento del pago a 4 jubilados desde el mes de octubre en claro desacato al decreto publicado en La Sombra de Arteaga, una clara confrontación con el actual sindicato tratando de debilitarlo obligando al trabajador a que renuncie a este y poder fortalecer al que encabeza Guadalupe Quintana, que no está reconocido ante el Tribunal, con una amenaza de huelga en los próximos días, nos demuestra problemas existenciales por un “exceso de política”, que no es nada positivo. Y menos aun cuando ese exceso de política viene acompañado por una “mala política” y por un déficit de gobierno y deficiente en no pocos.
Agréguele a esto la renuncia también de la Contralora del Organo Interno Municipal, la Lic. Lorena Aguas Landaverde, dos funcionarios de primer nivel en menos de 3 meses, algo no se está haciendo bien.
La Presidente Guadalupe Ramírez debe entender que ya gano una elección, pero no sabe muy bien qué hacer con el poder conquistado, aparte de colocar a los suyos. Como si eso de gobernar fuera cosa adjetiva, lo que no entiende es que la actividad política debería de ser el centro de la buena gobernanza y no de “repartir prebendas” y actuar con “revanchismos”.
La política la actual administración la ha convertido en una suerte de “revanchismo y prebendas”. La ha polarizado de forma irresponsable, haciendo cada vez más difícil la gobernación. El poder se fragmenta, no se le olvide señora Presidente.
Como pueblo, no tenemos el gobierno que nos conviene, pero el gobierno si tiene el pueblo que le conviene. NUNCA OLVIDEN ESTO.
“Los municipios que puedan dotarse de ‘buena gobernanza’ tendrán muchas más posibilidades de proporcionar a sus ciudadanos niveles de vida decentes. Aquellos que no puedan hacerlo, estarán condenados a la decadencia y la disfunción”.