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Las cuarteadas de la Cuarta

La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda es un golpe tremendo, un “pierrotazo” a la cuarta transformación y no sólo por ser uno de los principales puestos del círculo de confianza del presidente, como lo son Relaciones Exteriores y Gobernación, sino por los términos expuestos por el propio ex secretario, donde desentraña lo que los fanáticos no ven, lo que hemos venido señalando en este espacio, el pago de favores y la incompetencia de quienes ostentan hoy cargos públicos.

Y no lo digo yo, pues en este periodo de casi 200 días del “blip” de la #4T, hemos tenido varias renuncias y no muy tersas que digamos.

Recordemos la renuncia de Germán Martínez, quien el 21 de mayo, también a través de una carta, anunció que dejaría la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social.

En una carta de interminables cuartillas, Martínez Cazares dijo que había una “injerencia perniciosa” de funcionarios de la Secretaría de Hacienda en la operación del instituto.

Hoy esas palabras de Germán, hacen eco con las de Urzúa quien expone que hubo discrepancias en materia económica, “algunas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento” y que sus convicciones a favor de implementar políticas con suficiente evidencia “no encontraron eco».

“Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”, dijo el hoy ex secretario de Hacienda, quien, dicho sea de paso, es la segunda vez que renuncia a AMLO, la primera ocasión, cuando el tabasqueño era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Urzúa lo hizo “por cuestiones de salud”.

La renuncia de Urzúa se debió a diferencias, no sólo con el propio presidente, sino con uno de sus principales colaboradores, Alfonso Romo, a decir del propio Andrés.

“Yo le encargué a Alfonso Romo que ayudara con la coordinación para el funcionamiento de la Banca y no había en esto acuerdo (con Urzúa), había diferencias entre ellos”, dijo.

“Yo tuve diferencias con él (Urzúa), yo lo respeto mucho, pero estamos en un proceso de transformación, aquí no se oculta nada”, dijo en su homilía mañanera, un día después de la dimisión del economista.

“Es un hombre con criterio, pero nosotros tuvimos, entre otras discrepancias, el Plan de Desarrollo, que hubieron dos versiones y la versión que quedó es la versión que yo hice. Había otra versión y sentí que era continuismo del neoliberalismo, era una concepción todavía en la inercia neoliberal y había que marcar la diferencia”, explicó.

La renuncia de Urzúa es, además, la segunda de un secretario de estado durante este sexenio, y se suma a la de Josefa González Blanco al frente de la Semarnat, el 25 de mayo de este año, tras un incidente en un vuelo comercial y una tunda que le acomodaron en las redes sociales.

A estas dimisiones se suman otras como la de Gaspar Franco Hernández, integrante de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, quien fue el primer funcionario en renunciar durante el gobierno de AMLO, el pasado 28 de febrero, la de Tonatiuh Guillén quien dimitió al Instituto Nacional de Migración, Guillermo García Alcocer a la presidencia de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Patricia Bugarín, hoy exsubsecretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Simón Levy quien dejó su cargo como subsecretario de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo, Omar García Harfuch de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República y las que vienen, como ya lo anticipó el propio Andrés López.

Volviendo al tema del ex Secretario de Hacienda, la Bolsa Mexicana de valores, “olió la sangre” y vino una discreta caída, quizá Urzúa sabía de ello, pero sin duda este precio es bajo y si siguen estas políticas económicas, auguran escenarios peores.

A la primera mitad del año, el presidente sufre un golpe fuerte a su proyecto de nación, a nadie le quepa duda que los señalamientos de Urzúa son por demás elocuentes, las políticas sociales implementadas por el gobierno, regalar dinero a los sectores vulnerables para mantener su clientela electoral rumbo a las elecciones intermedias, la improvisación y sus otros datos entre otras cosas.

Sin duda las palabras de renuncia del Secretario de Hacienda, son un llamado a tiempo para que los fanáticos despierten y que los 70 millones de mexicanos que no votaron por la 4T, formen una oposición, un contrapeso que no se ve por ningún lado, no hay oposición que le haga frente a lo que se está haciendo en materia económica, política y social en este país, al parecer la oposición se encuentra en las entrañas del propio gobierno y así lo dejó entrever el propio AMLO.

“Es un proceso de transformación, hasta podríamos decir que se trata de una ruptura y he dicho que no es un simple cambio de gobierno, es un cambio de régimen. Esto lleva a que haya discrepancias, que se produzcan incluso enfrentamientos al interior del mismo gobierno”.

Estos hechos se dan a unos días de que se haga público el plan de negocios de Pemex y las probabilidades de que las calificadoras castiguen a la paraestatal son altas.

A comprar dólares.

(y no, no son los ochentas)

Tiempo al tiempo.

@hecguerrero

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