Mauricio Ortiz Proal | diputado por el PRI
Las candidaturas independientes le imprimen competitividad al sistema de partidos, la competencia siempre será buena y nos obliga a todos a buscar innovar, ser creativos y a encontrar medios más eficaces para comunicarnos con la sociedad, a fin de cuentas, candidatos de partido o independientes, al llegar al ejercicio de gobierno, enfrentan las mismas dificultades por lo que es muy importante que la sociedad cada día ponga más atención en analizar la viabilidad de las propuestas, el historial de quien las propone y buscar involucrarse más en la toma de las decisiones públicas.
Tendremos que esperar algún tiempo para evaluar de qué manera se insertan los independientes en el sistema de representación, ¡la nomenclatura cambiará y será para bien!
Carlos Peñafiel Soto | dirigente de Morena en el Estado
En TEORÍA las candidaturas ciudadanas buscan romper con el Oligopolio (tiene como objetivo fundamental la maximización del beneficio de los oferentes –Partidos- por encima de la satisfacción del cliente –ciudadanos-) del sistema de Partidos en México, permitiendo la incorporación en las decisiones de gobierno de reconocidas figuras y líderes de la sociedad civil en todos los ámbitos (cultural, social, empresarial, etc.) así como sus agendas políticas y sociales; lo cual además de deseable, TEÓRICAMENTE debería incrementar la participación ciudadana en los procesos electorales y en los asuntos públicos.
En la PRÁCTICA hemos observado que salvo honrosas excepciones, los independientes, de independientes no han tenido nada y como el caso de “El Bronco” en Nuevo León, sus campañas pueden ser financiadas con dinero proveniente de oscuros y perversos intereses como el narcotráfico, amén de conformar un gobierno totalmente desarticulado. Desafortunadamente la nuestra hoy NO ES una democracia que se respete (ahí está la reciente elección en el Estado de México y Coahuila como ejemplos), por lo que no están dadas las condiciones para que florezcan verdaderas candidaturas ciudadanas independientes (sin lugar a dudas deseables), que permitan la teoría se convierta en realidad.
Antonio Rangel | diputado local por el PAN
Sin duda las candidaturas ciudadanas significan un aporte a la vida democrática del país.
Me parece que permitirán el desarrollo de, por lo menos, tres capacidades: Primero, la capacidad de comunicarse con la ciudadanía para recabar las firmas necesarias para el registro.
Segundo, la capacidad de presentar un proyecto viable para pedir el voto ciudadano.
Tercero, la capacidad de poner en práctica el proyecto si el candidato independiente accede al poder.
En la elección de 2018 estaremos todavía en la curva de aprendizaje de esta modalidad, y seguramente habrá́ espacios de mejora. Pero sin duda es un avance democrático el que haya una mayor y mejor oferta de candidatos, tanto partidistas como independientes. Será la ciudadanía la que elija a las y los candidatos idóneos para cada cargo.