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La mafia del poder y el hampa del periodismo

Hampa: conjunto de maleantes, especialmente de los organizados en bandas y con normas de conducta particulares.

Los periodistas que no somos militantes, que no actuamos como focas y que señalamos con “otros datos” que tiene el presidente, ahora somos reaccionarios al nuevo régimen.

Recordemos que, en nuestro país, el oficio de periodista, es uno de los más riesgosos del mundo y de los más castigados, incluso económicamente, lo anterior no ha impedido que la libertad de expresión y la libertad de prensa estén plasmadas en la Carta Magna.

Hoy en día, de acuerdo con datos oficiales, existen cerca de 140 reporteros, fotógrafos y camarógrafos asesinados, y al menos 25 desaparecidos durante los últimos dieciocho años y siempre a la expectativa de quién será el próximo compañero caído.

Y ahora, pues no sólo tenemos que lidiar con desarrollar nuestro oficio en uno de los países más peligrosos para ejercerlo, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), sino con un presidente que quiere convertir a los periodistas en promotores del régimen, en aduladores.

Ya no sólo es buscar el sustento para la familia de los periodistas, ya no es el riesgo que implica el oficio ser levantados, secuestrados, torturados, asesinados, recibir amenazas, sino humillarnos a renunciar a nuestra esencia crítica, la esencia misma de nuestro trabajo que es el de contar y presentar, para ser un promotor de la nación.

Esta situación ya no causa risa, ya es un asunto que se debe analizar, pues el propio presidente en sus facultades plenipotenciarias, dice a la prensa que están con él… o contra él.

El pan de todos los días de la mañanera es el conflicto que existe con el diario Reforma a quienes califica como conservadores, prensa fifí, calumnia y una volada cada nota de ese diario que no checa con sus «otros datos».

Y la propia periodista, Carmen Aristegui ha señalado que el presidente Andrés Manuel López Obrador se equivoca al elegir al medio de comunicación como su adversario político.

«No es que Reforma no pueda ser tocado con el pétalo de un reclamo o que no pueda ser sujeto de todas las críticas o reclamos que se quieran. El tema aquí es la procedencia del ataque y la decisión calculada de convertir a Reforma en el oponente, o en el mejor de los casos, en el sparring el presidente».

Y con todo y esto, ya somos desde hace unos meses “el hampa del periodismo”, cuando increpó a una reportera que le cuestionaba por el sistema de salud.

«No se está despidiendo a nadie, a nadie, es propaganda, es para afectarnos, ya ven como es el hampa del periodismo, no todos, desde luego, no todos, este, no, no, no, pero en el hampa del periodismo se usa mucho la calumnia que cuando no mancha, tizna», respondió López Obrador el pasado 23 de mayo a una reportera que lo cuestionó sobre el sistema de Salud.

El incidente con el “Financial Times”, quien le cuestionó sus “otros datos” en materia de seguridad a quien, de manera pública exigió una disculpa “con todo respeto”, y tooodos sabemos qué viene después de decir esa frase.

«Ese periódico con todo respeto, debe de ofrecer disculpas al pueblo de México porque ese periódico se quedó callado mientras se imponía la corrupción en México; nunca dijo nada, al contrario, aplaudía el que se llevaran a cabo las llamadas reformas estructurales y estoy esperando que ofrezcan disculpas, podrán ser muy famosos pero no fueron objetivos, no son profesionales»,

Y luego, apenas hace unos días, según el presidente, exclamó su inconformidad con la revista Proceso, pues dice que no se ha “portado bien”, con la 4T

«Todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones (…) Los periodistas mejores que ha habido en la historia de México, los de la República restaurada, todos, tomaron partido. Y es que es muy cómodo decir: ‘Yo soy independiente o el periodismo no tiene por qué tomar partido, o apostar a la transformación’. Entonces, es nada más analizar la realidad, criticar la realidad, pero no transformarla».

Y las joyas siguen y como informadores es nuestro deber poner atención en esos focos rojos de “recomendaciones” a los periodistas que da el mandatario mexicano.

La censura de información, eso que quieren dar disfrazado los pastores del nuevo régimen, a través de “sugerencias” son chantaje, amenaza, incluso intimidación.

En resumen, la 4T quiere promotores para fortalecer el bastión ideológico y buscar la permanencia en el poder.

Pues si cuestionar y ejercer nuestro oficio como se debe, para ser el vínculo entre el hecho y la sociedad, para contar y mostrar lo que ocurre en la realidad, nos hace hampones.

Aquí los hampones del periodismo o la liga de la injusticia, preferimos ser eso a ser animalitos amaestrados de la 4T.

En lo personal tengo cierta preferencia por los villanos, nunca sería foca. Nunca, con todo respeto…

Tiempo al tiempo.

@hecguerrero

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