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La madre de todas las batallas

Todos hablan mucho de Pemex, que si la producción, que si la gasolina, que la corrupción, que es la panacea, que la venden, que la compran y así, muchos hablan y hablan, pero pocos conocen.

La base, el alma de la empresa más grande de México, son los trabajadores, los que en este circo mediático no importan a nadie y son ellos, amigos y amigas, los que están librando la madre de todas las batallas, más ahora con este nuevo régimen que, con la bandera de la austeridad republicana, golpea con la punta de su asta a los verdaderos petroleros de México.

Hoy por hoy los petroleros de México, son la segunda mano de obra mejor calificada en el mundo y hoy, cuando se habla a Pemex como punta del desarrollo de México, esta gran mano de obra, está siendo maltratada, como si alguna macabra intención quisiera reventar Pemex desde la médula, desde sus células, castigando al trabajador.

Para muestra los datos, que cualquiera los puede consultar, pues al cierre de diciembre 2018, los ingresos de Pemex fueron de 913 mil 908 mdp, derogando 28 mil 659 mdp en mano de obra, tan solo un tres por ciento de su ganancia.

Someras 1, que son los petroleros de Carmen, generaron 434 mil 678 mdp, derogando en mano de obra, 8 mil 334 mdp, apenas un dos por ciento de sus ingresos, destinados a mano de obra.

Una de las medidas de austeridad para Pemex es decir que “se está gastando mucho dinero en mano de obra”, cuando, los números que presenté, en verdad demuestran que es un porcentaje ínfimo lo que se dedica a la mano de obra.

Y esto agarra parejo, como los caminantes blancos, afecta a sindicalizados y de confianza, así de mal se está tratando a una de las mejores manos de obra del mundo.

Y a las trasnacionales… ¡si les gusta esto!, pues esta mano de obra que se formó al interior de Pemex, forjada con petróleo en las venas, migran a brindar sus servicios al mejor postor, a los que saben que una mano de obra calificada como la segunda mejor para el trato con los hidrocarburos, se le paga bien para que rinda.

La cuarta transformación está provocando que haya fuga de mano de obra calificada a servir a empresas particulares, nacionales y extranjeras.

Aquí hay de dos caminos, o son cómplices o son ignorantes de la situación del verdadero petrolero, ese que carga dos o tres generaciones antes que él, la producción petrolera del país, esos trabajadores están siendo desempleados y, en el mejor de los casos, reclutados por empresas trasnacionales.

Y esto y otras cosas más ocurren, como han ocurrido los grandes cinismos de la historia de la humanidad, ante los ojos de todos y que quien lo quiera ver.

Si la cuarta transformación no se ha dado cuenta, que alguien le diga que, al trabajador de Pemex, se le está maltratando, se le está despidiendo y que se está yendo con la competencia, que tradiciones y generaciones de petroleros, se están diluyendo en aras de una austeridad, que no cuadra con los números.

Es en este momento donde trabajadores están librando la madre de todas las batallas, no solo peleando sus derechos laborales y su salario justo y demás cosas que han logrado hacer a través de los años, hoy esos trabajadores, los verdaderos petroleros, están luchando también por el patrimonio de nosotros y de las generaciones que vienen.

Y si esto es del conocimiento del Gobierno Federal a Pemex se le está escapando la arena del reloj y será cuestión de tiempo que 80 años de vida sindical se terminen con un chasquido.

Los trabajadores, esos que los medios de comunicación no ven o no quieren ver, tendrán que voltear el reloj de arena a su favor, un golpe para que los vean hasta quien no los quiere ver.

A México no le conviene que maltraten a los trabajadores que, por más de 80 años, han dado vida a este país.

Hoy ahí se libra la madre de todas las batallas, pues si se acaban a Pemex…

¿Qué sigue?

Tiempo al tiempo.

@hecguerrero

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