Ayer viernes, la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, reconocida periodista mexicana que perdió la brújula tras ser nombrada directora de la agencia mexicana de noticias, acuñó una nueva frase al glosario de la cuarta transformación.
En la conferencia de prensa mañanera del presidente Andrés López, Martínez afirmó que a su arribo a la dirección de Notimex encontró “huachicoleo de notas”.
Según la periodista esta frase obedece a que muchos trabajadores dobleteaban y muchas de las notas que escribían para Notimex luego las publicaban en otra empresa.
Esta afirmación de Sanjuana Martínez nos habla, cuando menos a quien esto escribe, de la poca, poquísima consideración que tiene la 4T del pueblo de México al que parecieran considerar menor de edad, por no decir ignorante, al que se le tiene que hablar de manera sencilla.
Desde que inició esta administración federal hemos escuchado que hay huachicoleo de combustibles -el que ya todos conocíamos y que, desafortunadamente persiste- también la 4T ha señalado que hay huachicoleo fiscal, aplicado mediante la emisión de facturas falsas.
Y ahora la flamante directora de la Agencia Mexicana de Noticias nos empuja la nueva frase: el “huachicoleo de noticias”.
Invitada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para aclarar qué ocurre con los despidos y con el proceso de transformación de Notimex, Martínez, quien se ha peleado con medio mundo en las redes sociales en una defensa a ultranza de los yerros de la 4T y, de la agencia que encabeza, afirmó que -como AMLO- ella es víctima de los detractores que están dentro de la misma agencia.
Como AMLO a Sanjuana Martínez afirmó que en Notimex existía terrorismo sindical y nadie en la agencia se atrevió a decir nada.
“Ha habido autogoles, fíjate, gente malintencionada que a propósito ha cometido esos errores. Entonces, digo, de verdad compañeros, estamos aquí para ayudarnos y para echarnos la mano, no para estar viendo cada punto y cada punto y coma», añadió.
La misma palabra para definir actos irregulares y la misma victimización y señalamientos de los ‘infiltrados’ que buscan obstaculizar la labor de la cuarta transformación, pero sin datos duros que sustenten la afirmación, sin denuncias claras, sin sanciones visibles y sin señalamientos directos.
Generalidades, adornadas con palabras pegajosas y mediáticas. Esa es la política de comunicación de la 4T. Vaya pues.
El último párrafo. Pues parece que en el estado el combate a la corrupción tiene un prietito en el arroz pues resulta que Jorge Sánchez Martínez, quien preside el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción y forma parte del Comité Coordinador de ese organismo, tiene un expediente en el Tribunal Contencioso Administrativo de Querétaro sin resolver, con número 572/2018/QII y por el que fue inhabilitado por un año para ejercer cualquier cargo, empleo o comisión en la administración pública, desde el 1 de marzo del 2018, sanción que no ha entrado en vigor pues aún tiene vigencia el procedimiento en Tribunales. ¿Se vale? Es pregunta.
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