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El montaje de Pemex

La insignia de la #4T, es colgarse de un nacionalismo ya rancio y hasta cierto punto peligroso en estos tiempos, en este siglo.

Dejando las pasiones a un lado, la situación en la paraestatal va de mal en peor y no se ve por donde vayan a mejorar.

El presidente está más preocupado, insiste en desprenderse de su responsabilidad esencial como jefe de estado y enfocar su atención y el aparato gubernamental en contra de quienes considera sus contrarios, reales o imaginarios.

El presidente miente un día y el otro también; sin embargo la realidad le va a dar (nos va a dar), un golpe tremendo y ayer vimos una pequeña muestra de ello

Lo que sucedió ayer en la refinería de Minatitlán, es la punta de un iceberg, un “accidente” (así entre comillas), donde afortunadamente no hubo vidas que lamentar y para la magnitud del mismo, siete trabajadores heridos, créamelo, salió bastante barato.

La austeridad promovida por quien vive en un palacio y un ingeniero agrónomo al frente de la petrolera, son dos asuntos clave para entender este tipo de “accidentes”.

Vamos un poco más atrás, recordemos que en 2018, siendo presidente electo, López aseguró que Pemex produciría 2.6 millones de barriles de petróleo por día al final de su sexenio.

Dos años y medio después dijo que, para 2024, la producción sería de 2 millones, lejos, muy lejos de su meta planteada.

Pemex al día de hoy, arrastra una deuda financiera de 113 mil 200 millones de dólares que, siendo justos no es toda imputable a la #4T; sin embargo, para 2020 las pérdidas para Pemex fueron de 24 mil mdd.

Es decir que Pemex va a producir menos crudo que en el sexenio de Peña Nieto, sino ya anticipa un panorama adverso para las reservas, inversiones, ventas y su aportación al fisco.

La marca Pemex ha perdido también su valor en el mercado petrolero pues antes costaba 9 mil millones de dólares 2019, hoy vale 6 mil 800 mdd.

Con esos números ya el discurso, la maroma, es que se preservará el recurso para futuras generaciones y producir solo lo suficiente para lograr una “autosuficiencia energética”. La paradoja es que cada vez estamos más lejos de la autosuficiencia.

Por otra parte, el año pasado, la deuda de Pemex con sus proveedores, que consta en sus estados financieros, se incrementó en un 43.2 por ciento y asciende a la cifra récord de 297 mil 994 mdp, el más alto en la última década.

Hoy cientos de empresas proveedoras se encuentran en riesgo de sobrevivir, pues padecen retrasos graves en sus pagos, algunos llevan ya más de un año, pues en el mejor de los casos, los pagos han sido aplazados, renegociados y, en el peor de los casos, no reconocidos por falta de ingresos públicos.

Para muestra, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos, afirmó que Pemex adeuda 140 mil millones de pesos a las 520 empresas pertenecientes a este organismo en diferentes sectores.

“Lo peor es que Pemex no registra la deuda de los proveedores y los mantiene en pagos no reconocidos”, dijo el líder empresarial.

“Una vez que Pemex te contrata y haces el trabajo, luego tiene la mala práctica, en esta administración (de Andrés Manuel López) de no recibir las facturas; es una triquiñuela legal. Tú ya hiciste el trabajo, pero si yo no lo registro, no me aparece como deuda”. Así se las gasta la #4T.

Para que nos demos una idea entre el 2018 y el 2020, la deuda de Pemex con estas empresas pasó de representar 38.1 por ciento a 89.3por ciento de su activo circulante, que el año pasado ascendió a 333 mi 772 millones de pesos, prácticamente el doble.

¿Qué es lo que provoca esto?, que las instalaciones no operen con el mantenimiento adecuado, que los trabajadores asuman funciones que no son las propias y que se improvise sobre la marcha.

Y veamos situaciones como la de Minatitlán, donde un trabajador se vistió de héroe para cerrar las válvulas de combustible y evitar una tragedia mayor.

También con los trabajadores existe mala entraña, pues ante la salida de Carlos Romero Deschamps, de repente surgen paladines de la lucha trabajadora, como la Senadora por Campeche, Cecilia Sánchez, mejor conocida como #LadyVolvo, que busca jalar agua para su molino, haciendo grilla, tratando de confundir y desunir a los trabajadores, para satisfacer sus aspiraciones personales.

Porque de importarle los trabajadores, la veríamos codo a codo con ellos, escuchándolos y trabajando por mejorar sus condiciones laborales, presentando iniciativas y puntos de acuerdo para evitar que la austeridad republicana que su jefe aplica en Pemex, no cueste la integridad y la vida de los trabajadores.

Así es, en esta historia los verdaderos héroes son los trabajadores, que a pesar de las carencias provocadas por esa cadena que vamos explicando, cada plaza, cada lugar, sea un bastión y sortear las adversidades provocadas por la pésima administración y una austeridad que, dadas las circunstancias los podría acabar matando.

Lo sucedido en Minatitlán es tan solo el reflejo de lo mal administrado que se encuentra Pemex y nos queda claro que, quienes dan la cara, quienes están dispuestos a dejar la vida y quienes mantendrán la hegemonía petrolera de México, son y seguirán siendo los trabajadores.

Parece que con tanto amor que le juran y le profesan a Pemex, lo están asfixiando, lo están acabando de matar, lo están chupando, no para beneficio de México, sino para beneficio de los caprichos y los delirios de un personaje que vive en otra realidad, en otro tiempo.

Pero, como dicen por ahí, mientras hay vida, hay esperanza, mientras existan los trabajadores comprometidos, hay esperanza de que tengamos el Pemex que merecemos todos los mexicanos, no el que hoy quieren que sea.

Ya nada más falta que diga López que lo sucedido ayer en Minatitlán, se aun montaje de los conservadores para afectar su gobierno. Es capaz.

Tiempo al tiempo.

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