Hay corrientes filosóficas y psicológicas que sostienen que para solventar algunas adversidades, es necesario una etapa difícil o dolorosa, es decir, ‘un mal necesario’. Este ejemplo puede servir, de acuerdo a los psicólogos expertos, para describir sentimientos como la frustración, el duelo o el fracaso, que son difíciles y nada gratos de experimentar, pero que nos ayudan a sanar heridas y recomponer el umbral emocional interno.
El año anterior, por razones de necesaria movilidad, me vi en la necesidad de adquirir una motocicleta: un vehículo que jamás pensé conducir y que desde el primer día me cautivó.
Como nunca antes en mi vida había conducido una moto, es decir, no sabía cómo hacerlo, le pedí a mi amigo periodista Rubén Pacheco que me acompañara a comprarla, la condujera hasta mi casa y luego me enseñara. Me decidí por comprar lo más pequeño que hubiera en la tienda, -pero que no fuera motoneta-, así que elegí una 125, (para los que no saben de motos, se refiere al cilindraje del motor en centímetros cúbicos y el 125 es el de menor tamaño). Mi entrenamiento duró como una semana, en la que solo le daba vueltas y vueltas a la colonia para acostumbrarme y agarrar confianza.
Después hice mi primer trayecto largo y por supuesto me fascinó mirar la ciudad desde las dos ruedas. Conducir es más relajante o eso pensé, hasta que un oficial de tránsito me detuvo sobre 5 de febrero. Como estaba seguro de no haber hecho ninguna falta, me paré y le enseñé mis documentos.
No puede circular por carriles centrales- me dijo, ante mi cara de extrañeza. Resulta que solo las motos a partir de 250, pueden entrar a carriles centrales y yo ni enterado estaba de eso. Así que como vio mi sincera ignorancia, solo me amonestó verbalmente y me dejó ir con la condición de circular de ahora en adelante por los carriles laterales.
Qué cosa más odiosa, tener que pasar por los cruceros de Tlacote y Avenida Universidad. Hasta tres semáforos debe uno esperar, porque no me gusta meterme entre los coches hasta adelante, todavía le saco a eso. Así que me fleto un trayecto que podría hacer en 10 minutos por carriles centrales, en 30 o hasta 40 minutos para ir desde el Seguro Social hasta mi casa en la zona norte de la ciudad.
Después de tanta queja, que supongo comparto con muchos automovilistas, nuestro deseo se cumplió: se anunció el proyecto integral de Paseo Querétaro y nos pusimos a temblar por los inconvenientes que ocasionará la obra durante los 15 meses que durará la construcción.
En la presentación del proyecto ayer en el Teatro Metropolitano, la verdad, luce muy bien la teoría. Ocho de cada 10 queretanos considera que la obra es urgente o muy urgente y los render del proyecto se ven espectaculares, con pasos inferiores, viaductos elevados, un carril confinado para el transporte público, estaciones centrales y muchas mejorías.
Agárrense, porque las quejas por el tráfico que van a provocar las obras serán cosa de todos los días y no en balde, paralelamente a la presentación se presentaron 3 medidas adicionales: La primera en las escuelas, pues los chamacos de educación básica, tendrán una tolerancia de hasta 35 minutos a la hora de la entrada para llegar a clases; la segunda serán las vías alternas que implementará el municipio de Querétaro y la tercera una intentona dada a conocer por Lupita Murguía para lograr que el transporte de carga pueda desviarse hacia los libramientos como el Palmillas-Apaseo o El Marqués-San Luis Potosí, algo que se ha intentado desde hace décadas sin resultados tangibles.
La secretaria de gobierno, dijo que busca un convenio con CAPUFE para que los transportes de carga y de pasajeros cuyo destino no sea Querétaro puedan utilizar estos libramientos con un costo preferente en las casetas, lo cual les convenga para pagar menos en su traslado y evitar atascarse en el tráfico que se hará en la ciudad por 5 de febrero.
Inconvenientes habrá muchos, pero sin duda, la obra de Paseo 5 de febrero es el mal necesario para avanzar en la ruta de movilidad.
Ahora un par de consideraciones. La primera de ellas, evidentemente ayer no se dijo el costo de la obra, -por las razones que sean-, lo cual no me deja satisfecho, pues mínimo se debe tener un estimado, pues debe estar presupuestado y me hace ruido con la promesa de transparencia y no improvisaciones en esta obra. Quiero pensar que no es porque el monto sea elevadísimo, por decir lo menos, ya que creo que todos los ciudadanos sabemos que un proyecto de esta magnitud, costará muy caro, pero tendrá también muchos beneficios.
Pongamos el siguiente ejemplo, para el llamado 2do piso de Bernardo Quintana (Viaducto Poniente) que va precisamente de 5 de febrero hasta Plaza Patio, el cual es solo de un sentido el costo de la obra fue de 730 millones de pesos aproximadamente, este proyecto incluye la intervención de 8 cruceros, es decir, a ojo de buen cubero, por muy barata, la obra deberá de andar costando entre 6 mil y 10 mil millones de pesos. Y conste que lo digo sin pretender adelantarme, ni ser experto, ni mucho menos, solo es una estimación personalísima. Para evitar mis especulaciones, por qué no decir oficialmente en cuánto está presupuestada.
En segundo lugar, me habría gustado que la obra dejara espacio suficiente para infraestructura futura de transporte. Es decir, se nos repitió ya que no es viable en Querétaro otro sistema de transporte rápido y más eficaz –de lo cual, sigo siendo escéptico-, debido a que un tren elevado o monorriel sería viable hasta que la ciudad alcance los 4 millones de habitantes.
Si se mantiene la tasa de crecimiento poblacional de Querétaro, aproximadamente, para el año 2055, llegaríamos a una cifra cercana. Es verdad, ojalá que no pase y se detenga a tiempo la mancha urbana, pero por ahora no hay muestra de que eso vaya a pasar y quizá a estas administraciones no les toque hacerlo, pero si en el futuro alguna administración decide poner un transporte de esta naturaleza, debería contar con el espacio y la infraestructura necesaria para poder colocarlo. Creo que se pudo haber trazado un plan a mucho más largo plazo. Pero es solo mi opinión. Por lo demás, parece que el proyecto cumplirá con resolver las problemáticas actuales de la vialidad.
Por cierto, detalle no menor que pidió el público (saludos Luis), es verdad que ayer el gobernador llegó a teatro, por casualidad o causalidad, en el mismo momento que la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca. Un detalle no menor, si se toma en cuenta el desencanto del que hemos hablado en las últimas semanas, de la relación UAQ-gobierno estatal a raíz del tema del agua.
Lo invito a escucharme, de lunes a viernes de 6 a 8 de la mañana a través de Capital Noticias Querétaro, 104.9 FM.