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El fracaso de Yunes

Decía Séneca que el gobierno más difícil es el de uno mismo.

De acuerdo con esa frase del filósofo, político y escritor Romano, el aún Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, fracasó en el intento.

Sin duda, Yunes, sucumbió ante sus propias mentiras, soberbia, ambición, nepotismo y sed de poder, entre otros muchos errores que cometió durante su corto periodo de dos años  como mandatario del pueblo veracruzano.

Sus planes se vinieron abajo y el imperio que tenía en mente construir, se derrumbó de la noche a la mañana.

El plan de Yunes, era de por lo menos 14 años, ya que buscaba heredar el poder a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez y luego de seis años, éste pasara la estafeta a su hermano Fernando, actual Presidente Municipal de Veracruz.

Sin embargo, debido a su mal gobierno, su plan de crear una dinastía familiar de gobernadores, se vino en picada, ya que el pueblo veracruzano no le perdonó su inacción y no cumplir las promesas de campaña, pues dedicó gran parte de su tiempo a vengarse de uno de sus más grandes enemigos: Javier Duarte, ex mandatario que actualmente se encuentra preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México y que fue derrotado en las urnas durante las elecciones de 2010.

Desde que Yunes protestó como gobernador, su artillería contra el Gobierno de Duarte se volvió pan de todos los días en Veracruz, dejando de lado otras necesidades de los pobladores de esa entidad.

Con la llegada de la alternancia, la violencia se recrudeció en el estado, alcanzando niveles que nunca se habían registrado. Para muchos, Veracruz de convirtió en un gran cementerio, y la seguridad se convirtió en la principal demanda de la sociedad veracruzana.

Tan sólo durante 2018, la cifra de asesinados es de casi mil 600 personas, siendo la gota que derramó el vaso la ejecución de Valeria Cruz Medel, hija de la diputada federal por Morena, Carmen Medel, en un gimnasio de Ciudad Mendoza.

Yunes, fiel a su costumbre y por tratarse de un crimen de alto impacto, armó uno de sus acostumbrados shows mediáticos, y al mejor estilo de la CSI “resolvió” el caso en cuestión de horas. Para su mala fortuna, ni la sociedad ni los medios le creyeron.

Si Yunes no supo gobernarse a sí mismo, mucho menos supo gobernar a Veracruz.

Sin duda, en muchos sectores de la sociedad veracruzana, en los próximos días en la entidad se escuchará el famoso se va, se va… se fue. Su gran problema es que podría irse a hacerle compañía a aquel que quiso hacer pasar como su némesis: Javier Duarte.

Tiempo al tiempo.

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