No se alteren, el presidente sigue teniendo solo una (muy grande) boca, imagínense si tuviera dos. Mejor no se lo imaginen
Estamos por llegar al cuarto año de la cuarta, los astros, el buen Dios y, por supuesto, el profeta quisieron que el 2 de julio coincida con el informe trimestral, el semestral y el del aniversario con la inauguración de un elefante albino gigante llamado “Dos Bocas”.
El Sistema Nacional de Refinación (SNR) del país está conformado por seis refinerías: Tula, Hidalgo, Minatitlán, Veracruz, Cadereyta, Nuevo León, Salamanca, Guanajuato, Ciudad Madero, Tamaulipas, Salina Cruz, Oaxaca y para 2026 o 2027, la refinería Olmeca en Paraíso, Tabasco se suma a esta gran red.
Así es, en un mundo que apunta hacia energías limpias y sustentables, aquí se atenta al medio ambiente construyendo refinerías de petróleo. Todos lo sabemos.
Esta administración en cuatro años, ha dejado mucho que desear en todos los rubros, seguridad, economía, educación, salud y por el contrario, el estado se está convirtiendo en una máquina de ganar elecciones, con todo lo que ello significa, igual que el viejo PRI. También lo sabemos.
Sin embargo, quien diría que, a cuatro años de obradorismo, Pemex viviría desde lo más dentro las consecuencia de la desgracia de haber caido en las manos de la #4T.
Podemos empezar desde arriba, desde el Director General que es compadre, súbdito, incondicional, de López, hasta la base, que son los trabajadores, quienes a diario son víctimas de esta ¿incompetencia? o mejor dicho del agrónomo y sus esbirros que buscan dividir y desgastar a los petroleros.
Ante toda esta propaganda del estado y sus fieles servidores, donde el próximo 2 de julio se dirá la mentira número 85 mil 234 en lo que va del año, donde el eje central va a ser el redentor y su obra faraónica, porque él si es profeta en su tierra, el sábado seremos testigos de la inauguración de una refinería que no va a producir nada hasta dentro de dos o tres años.
Vamos a dejar a un lado todo lo que es Dos Bocas que, a parte de una mala planeación y ejercicio de recursos inadecuados y opacos, el costo se fue a las nubes, pues de tener un presupuesto aprobado de 9 mil 800 millones de dólares, se elevaría por ahí de los 14 mil y medio millones de dólares, (hagan la multiplicación). En eso no vamos a ahondar.
“El desarrollo de la refinería sufrió de una planeación inadecuada al no contar con un análisis de costo-beneficio, una manifestación de impacto ambiental en tiempo y forma, así como al no existir estudios públicos sobre otras alternativas para incrementar la producción de petrolíferos en el país”, dijo el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en un informe reciente.
Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria de la paraestatal, registra pérdidas acumuladas por 1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021. Solo en este último año, PTRI reportó una pérdida de 219 mil 800 millones de pesos y, de acuerdo con IMCO, la puesta en operación de la Refinería “será un paso en la dirección contraria de lo que necesita Pemex, el país y el mundo”, un golpe más a las finanzas de Pemex.
La refinación ya no es el negocio que era antes, pero hay quienes viven en los años 70 todavía.
Eso es lo que la #4T va a entregar el 2 de julio una refinería sin terminar, detrás de un aparato propagandístico, que va a apoyar la narrativa fantasiosa de la 4T, que la escuchamos todos los días.
El domingo, no se va a hablar de estos datos que someramente comparto con ustedes de esta refinería, así como tampoco del desastre en que quieren convertir Pemex, pues creo que ya cruzaron la barrera de la ineptitud, para pasar al plan con maña.
Los contratos de Felipa, el dineral que pagan por el hielo a empresas afines, o como olvidar que la filial de Pemex en Houston, Pemex Procurement International (PPI), dirigida por Carmelina Esquer, hija del secretario particular del presidente López Obrador, Alejandro Esquer Verdugo, (el mismo que aparece en los videos haciendo el carrusel de dinero para el presidente), mantiene en secreto su nómina y los contratos multimillonarios que ha suscrito con compañías multinacionales, entre ellas Baker Hughes (casa gris de Houston) y Vitol (involucrada en el pago de sobornos entre 2015 y 2020).
Y si le buscamos por ahí, la #4T va a resultar igual o peor de corrupta que los gobiernos del PAN y del PRI, por supuesto de so no van a hablar en el día del presidente.
El asunto de las deudas con proveedores, tampoco van a hablar, pues de acuerdo a los estados financieros de la empresa, el pasivo de Pemex con proveedores era de 270 mil 588 millones de pesos, pero sólo reconoce un adeudo de 94 mil 554 millones de pesos.
Tampoco van a hablar de los constantes asaltos violentos en las plataformas de la sonda de Campeche donde escuadrones fuertemente armados van en lanchas rápidas, amagan y amordazan a los empleados para huir con el botín.
Y ya que estamos hablando de los trabajadores petroleros, también ellos sufren como nunca antes, comenzando con los “accidentes” que ha sufrido la paraestatal en tiempos recientes.
Como olvidar el “ojo de fuego” en el mar, donde perdieron la vida varios trabajadores y, lamentablemente no es un hecho aislado, los petroleros durante los últimos 3 años y medio, han sufrido 276 percances graves que han dejado 283 lesionados y siete fallecidos.
En ese mismo periodo, el presupuesto destinado a conservación y mantenimiento de las instalaciones de Pemex se redujo 32 por ciento, entonces, eso de “accidentes”, pues…
Y obviamente las investigaciones de estos accidentes son clasificadas, porque aún se encuentran en investigación, así que la sucesión de acontecimientos que acabaron en fatalidades, sólo han sido contadas por las autoridades de Pemex.
Así es, los trabajadores sufren percances de todo tipo, desde incidentes en su transportación, intoxicaciones, quemaduras y todo los riesgos que la profesión de ser petrolero conllevan.
De igual forma la carencia de medicamentos en los hospitales, además de que en los nosocomios de especialidades médicas no hay atención en cardiología, ginecología, urología, nefrología y medicina interna, violando el Artículo 89 del Contrato Colectivo de Trabajo.
Y si del contrato colectivo de Pemex hablamos, es ahí donde se quiere reventar al sector, pues el régimen ya no lo quiere y busca todas las maneras del mundo para desgastar a los petroleros.
Y del asunto de los uniformes y botas, tampoco van a hablar, pues cientos de trabajadores petroleros han denunciado que es el día en que carecen de los implementos necesarios para realizar su labor. De eso tampoco van a hablar.
Presenciemos pues un engaño más, un montaje más y seamos capaces de ver como un gobierno es capaz de no escatimar recursos con tal de sustentar una narrativa que hoy está sostenida de un par de alfileres y parece que con eso basta, el 2024 ya no está tan lejano y hay que perpetuarse o morir en el intento.
López tiene ya sus dos Bocas, una para mentir y hablar y hablar de fantasías y otra para callar lo evidente y no solo lo que pasa en Pemex, sino en todo el país.
Imagínense lo que todavía no sabemos y lo que se viene.
Felices cuatro, transformación de cuarta.
Veamos el show.
Tiempo al tiempo.