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Crónica de un genocidio anunciado

ACCIONES Y RAZONES/Efraín Klériga/Enero 19, 2022

+ Los que enfermaron de Covid influenciados porque el gobierno de AMLO ocultó información y minimizó la peligrosidad del virus o los fallecidos por falta de medicamentos, han sido asesinados desde Palacio Nacional.

Haga lo que haga Andrés Manuel López Obrador es claro que va a terminar mal. No hay ya para él otro destino que no sea una celda y una condena por genocidio, peculado y fraude a la ley, al menos.

Lo único que puede separarlo de terminar en La Chingada, y no en su rancho, por cierto, es que Azrael se adelante y le facilite una salida más digna y no tenga que enfrentar una Corte Internacional.

Al peor trienio de crecimiento en 90 años, suma un repunte de la inflación, caída en la inversión, retiro de capitales, aumento en la narcoviolencia, pésimo clima político y un manejo criminal de la pandemia.

Hasta el 3 de enero y desde el inicio de la pandemia, hay un exceso de mortalidad de 655 mil personas, solamente en los datos oficiales, y a esto se suman 15 mil homicidios y miles de desaparecidos.

Los pasos obligados en la Ley General de Salud para enfrentar una pandemia sencillamente no fueron seguidos por López Obrador, quien además puso a cargo a un médico sin capacidad.

El per cápita ha perdido más del cinco por ciento a comparación de 2018 y la desarticulación del aparato de salud pública asesinó a cientos de enfermos de cáncer o enfermedades degenerativas.

Actualmente ni un Autogolpe de Estado impediría que AMLO y gente como Hugo López Gatell terminen sentenciados, tarde o temprano, por cortes internacionales y por tribunales mexicanos.

Para eso se rodea de corrupción y corruptos y frena a los personajes de su grey con capacidad política, como Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, porque sabe que ellos no se hunden con su barco.

López ha tratado de cebar a los mandos de las fuerzas armadas para formar un aparato represivo que apoye su próximo paso que es la toma de los tres poderes de la Unión.

El genocidio es un delito internacional que castiga: «Cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal».

Además de los delitos lesa humanidad cometidos ya por el gobierno de López Obrador, hay graves faltas constitucionales en las cuales se ha utilizado a la ley para violar la ley.

Esto es claro en el caso de Rosario Robles Berlanga, una presa política de la actual administración, y quien ahora ha sido infectada por Covid en prisión y en caso de morir será homicidio doloso.

La toma ilegal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la cual desde que está a cargo de Rosario Piedra ha dejado de cuestionar los abusos de la autoridad, es ejemplo de fraude a ley.

Ahí sí hubo una coalición de funcionarios, delito que el infantil presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, intenta imputar a los miembros del C Consejo General del INE.

El Instituto Nacional Electoral es un objetivo clave en la asunción de la dictadura de López Obrador, y por ello destina dinero público, esfuerzos políticos, en golpearlo.

Resulta más sencillo pensar en la inmortalidad del cangrejo que en el “respeto” con el que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador presenta un plan de ahorro al Instituto Nacional Electoral.

Si en algo no topan los planes y acciones de la Cuarta Transformación es precisamente en el respeto, en la legalidad y en las buenas intenciones de respetar la vida constitucional.

El plan presentado por el bisoño subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, quien no tiene experiencia en manejo presupuestal, muestra mala fe e intenta que recorten

La oficina de Beatriz Gutiérrez Müller, que ni siquiera está legalmente conformada en la administración pública federal, recibirá 32 millones de pesos para el salario de ocho personas, pero cuestionan 13 millones del salario de 11 consejeros.

Allá en 1977 el Instituto Nacional de la Juventud se convirtió en el CREA, uno de esos planes sexenales fallidos, el eslogan era: “Crea, Crea, para inventarnos juntos el futuro”.

Eso es precisamente intenta López Obrador, inventar una realidad alterna, en la cual sus hermanos, sus hijos y colaboradores cercanos no son bandidos sino víctimas de una conspiración neoliberal.

User007@mxpress.mx

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