El escándalo de la detención del abogado Juan Collado Mocelo y el consecuente involucramiento de una de las instituciones de mayor arraigo e identidad entre los oriundos de estas tierras, la firma Libertad Servicios Financieros, mejor conocida por los queretanos como Caja Libertad, tiene toda la pinta de una “caja china”.
La ‘caja china’ es una herramienta utilizada en la literatura para generar expectativa en el lector, introduciendo un relato dentro de otro; es una alegoría que hace referencia justamente a las cajas chinas, esas que hay una dentro de otra y otra y otra, hasta que quien las está abriendo, encuentra un objeto mínimo, a veces insignificante en su interior.
Esa herramienta usada en la literatura, también se usa en la política pues, para cubrir un escándalo, se abre otro de mayor impacto; se trata de un hecho que llama más la atención que un hecho o escándalo previo, genera y despierta curiosidad por seguirla hasta el fin. Usa el morbo como combustible.
Es decir, un escándalo tapa a otro y cuando el primero se desvanece, ya tenemos otro más para entretener al pueblo bueno; es una manera de distraer para ser más claros.
Y eso, exactamente es, es lo que un servidor observó en el caso de la detención e inmediato encarcelamiento del presidente del consejo de administración de la Caja Libertad o Libertad Servicios Financieros y el involucramiento de personajes locales en él.
Me explico, la filtración de la detención de Juan Collado se dio exactamente 2 horas y 25 minutos después de la dimisión del ahora exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien además lo hizo vía twitter y con una carta demoledora que denuncia, nada más, ignorancia en el manejo económico del país e influyentismo al interior de la cuatroté.
Pero, además, surgió también luego del escándalo en Baja California donde se vivió lo peor de la política mexicana, quizás uno de los hecho más indignantes, oscuros y aberrantes de la política en este país cuando los integrantes del Congreso de aquella entidad votaron por ampliar el periodo de mandato al gobernador electo de aquella entidad, Javier Bonilla.
Con esta decisión de los legisladores de Baja California, Bonilla, hombre cercanísimo al presidente Andrés López y ex súperdelegado del gobierno federal en esa entidad, no gobernará por dos años, sino por cinco, saltándose con ello la voluntad de los votantes de esa entidad.
Así pues, dos escándalos seguidos, encubiertos por otro escándalo que involucra, ‘casualmente’ a actores políticos de oposición y a un presunto responsable casado con una actriz reconocida, que además ha sido abogado de prominentes políticos mexicanos que han sido tocados todos por el escándalo y el cuestionamiento. No, bueno, era una joya para distraer.
Yo sólo espero que la Fiscalía General de la República no esté siendo utilizada, como en el pasado, con fines políticos y apliquen la justicia en respuesta al cálculo político que le marquen en Palacio Nacional. No lo creo, la cuatroté no es así, bueno, cuando menos eso dice el señor presidente.
El último párrafo. El anuncio hecho esta semana por el alcalde capitalino, Luis Bernardo Nava, respecto de la reducción de la incidencia en algunos delitos patrimoniales suena muy bien; dijo Nava Guerrero que según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) en el periodo abril – mayo los delitos patrimoniales disminuyeron en 6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, además, en el caso de robo a vehículo hubo un decremento del 44 por ciento, y de 22 por ciento en el robo de vehículo. También hubo reducción en robo a transeúnte y robo a casa habitación, 10 y 8 por ciento, respectivamente. Todos ellos indicadores positivos, sin duda, pero falta mucho.
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